GOBERNADOR LÓPEZ. El pueblo está enojado. Cómo no habría de estarlo, si quieren tapar sus recuerdos con cerámica y destruir todas sus vivencias con cal. Es que la gente de esta localidad, perteneciente al departamento de Leandro N. Alem, se rehúsa a la utilización del predio donde se encuentra “la canchita” del pueblo para la construcción de una nueva escuela.Ese espacio, que ahora pertenece a la Municipalidad, fue donado en 1966 por un vecino que una tarde le dijo a su grupo de amigos: “Saquen las plantas de tung de mi terreno”, entonces los hombres a pico y pala construyeron el lugar de juego. La finalidad era que ese espacio sea de recreación, un lugar donde organizar los “picados” después de la escuela a la tarde y los “torneítos” del domingo. Allí, donde se gestaron las hazañas de futbolistas amateurs, la idea ahora es construir un edificio educativo. “No hace falta destruir algo que está hecho para construir otra cosa”, sostuvieron los vecinos del pueblo, quienes agregaron: “Antonio González, el intendente, no consultó. Empezó con el proyecto y cuando nos enteramos nos enojamos, porque éste es nuestro espacio, de todo el pueblo, y no queremos que lo destruyan”.La ciudad ya cuenta con su escuela, la Nº19, “de esas verdes y blancas de antes”, según cuentan los lugareños. Allí hay educación primaria y falta la rama secundaria. Para ese nivel es que quieren ocupar el lugar donde está la cancha. “La escuela tiene un terreno que podrían utilizar, pero ni siquiera hace falta, porque no tiene turno tarde en la primaria y ahora mismo la escuela secundaria se está dictando en los mismos cursos durante la tarde. Podrían utilizar la plata en mejorarla y agregar aulas allá. Ahora tiene asfalto, pero no destruyan la canchita”, ruegan. Lo cierto es que ya empezaron a mensurar el lugar, ubicado al lado del Club Social de la ciudad, y, según los cálculos, quedaría un espacio de aproximadamente un metro entre la pared de la escuela y el club, camino por donde pasan las leñas para el asado de los domingos, también motivo de preocupación para los vecinos. “Queremos que el intendente nos escuche. Él dice que no hay lugar en la cancha para construir tribunas, pero sí hay, sólo falta mantenimiento. Que compre otro terreno y construya la escuela, pero que no toque la canchita, no tiene por qué destruirla. Quizás no quiera comprar otro terreno porque sabe que se queda con menos presupuesto. Acá alguien comentó lo que iba a hacer y, como pueblo chico, nos enteramos todos”, aseguró la fuente consultada, que prefirió mantener su nombre en reserva.





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