POSADAS. Un sereno de 37 años se debatía entre la vida y la muerte tras ser agredido ferozmente por uno o más delincuentes. La infortunada víctima fue encontrada el domingo pasado a las 6.30 por otro vigilador nocturno, en una plazoleta del barrio Nuevo, situado al sur de la capital provincial. El cuerpo del hombre estaba tendido sobre el piso, cerca de un camión de su propiedad, con signos de haber sido golpeado en distintas partes del cuerpo. La persona que lo halló lo trasladó en su vehículo hasta su domicilio (en el barrio Prosol II, en la zona de Itaembé Miní), donde al observar que su estado de salud no mejoraba, decidió llevarlo hasta la guardia de turno del hospital escuela Ramón Madariaga, donde hasta anoche continuaba internado y luchando por su vida. Una vez al tanto de lo ocurrido, personal de la comisaría Decimoquinta (por cuestiones de jurisdicción) inició una investigación tendiente a esclarecer lo sucedido, procediendo a detener a un sospechoso, un sujeto de 34 años. Fuentes de la investigación señalaron que todo habría sucedido en una presunta ocasión de robo, aunque no se puede establecer aún si la víctima fue despojada de algún objeto de valor. No obstante, se pudo saber por testimonios que el infortunado hombre habría cobrado dinero momentos antes de ser agredido, al parecer por sus servicios de sereno en la zona, indicaron las fuentes. Aparentemente el vigilador fue atacado cuando se movilizaba en su camión F-350, tal vez por alguien a quien conocía o tras detener la marcha del vehículo, a la altura del barrio Nuevo. Según testigos, no tenía dinero en su poder, lo que refuerza la hipótesis de que fue salvajemente golpeado por uno o más individuos, quienes le habrían sustraído la totalidad de la citada cobranza.Personal policial que investiga el confuso episodio procedió a la detención preventiva de un hombre de 34 años, quien no se descarta que tenga alguna participación en el caso. Se notificó de la causa al Juzgado de Instrucción 6 de la Primera Circunscripción Judicial (en turno), a cargo del magistrado Ricardo Balor.
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