BUENOS AIRES (Medios digitales). Sonia Molina declaró ayer al comenzar el juicio a la periodista Estefanía Heit y el esposo de ésta, Jesús Olivera, acusados de haberla mantenido cautiva durante tres meses en 2012 en Coronel Suárez, que fue abusada “tantas veces” que no recuerda la primera vez que la sometieron. La víctima declaró en la primera audiencia ante el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 1 de Bahía Blanca que los abusos fueron “carnales” y por vía “oral y anal”. Molina (35) dijo ante los jueces Mario Lindro Burgos, Hugo de Rosa y Elena Baquenado que, mientras estuvo cautiva en la casa de Heit (31) y Olivera (30), éstos le dieron de comer “polenta con alimento para perros” y hasta “excremento de perro”. Durante la audiencia, que comenzó pasadas las 10.20, la víctima contó que conoció a Olivera en 2009, en la localidad rionegrina de Río Colorado, donde él le dijo ser un pastor evangélico y luego la convenció para que le entregue dinero para crear una congregación. “Se había presentado como pastor, por ese motivo había quedado alojado en casa de mi hermana, lo que es costumbre en la Iglesia Evangélica”, recordó la mujer. Según Molina, Olivera trabajaba entonces en un galpón de empaque y le “propuso trabajar en una ONG y formar con el tiempo lo que iba a ser Visión 21. Él fue varias veces a Río Colorado y comentó que tenía una mujer (por Heit) preparada para él, con la cual se iba a casar y tenía un llamado de Dios para trabajar”, indicó. Luego, Molina relató que la primera vez que viajó a Coronel Suárez por pedido de Olivera y Heit lo hizo con su madre, con la que había comenzado a trabajar en el proyecto religioso. “Viajamos a Suárez para encontrarnos con él y supuestamente con más gente de la congregación. Estaba Estefanía y se habló en esa reunión del proceso de legalización de la ONG”, precisó.




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