Simferópol, Crimea (Agencias y diarios digitales). El presidente ruso, Vladímir Putin, visitó Crimea ayer por primera vez desde su anexión por Rusia, en una exhibición de fuerza con motivo de la victoria de 1945 sobre los nazis, mientras la violencia volvía al este de Ucrania, con 21 muertos en la ciudad de Mariupol.A pocos días de un referéndum organizado por los separatistas pro-rusos en el este de Ucrania, Putin llegó al puerto crimeo de Sebastopol en un claro gesto de desafío.El líder ruso ignoró las advertencias de los occidentales y pasó revista a la flota rusa a bordo de un buque, bajo los gritos de “¡hurra!” de marinos y miles de espectadores.La canciller alemana, Angela Merkel, había advertido el jueves a Putin que sería “lamentable” que visitara Crimea, mientras que la Casa Blanca reaccionó afirmando que ese gesto sólo lograría “exacerbar” las tensiones.En otro puerto ucraniano, Mariupol, se produjeron el viernes nuevos choques armados entre pro-rusos y el ejército regular ucraniano.El ministro ucraniano del Interior, Arsen Avakov, informó de la muerte de veinte separatistas y un policía.Los milicianos rebeldes habían ocupado el edificio de las fuerzas de seguridad en esa ciudad en días pasados.“Los tanques (ucranianos) llegaron y dispararon contra el edificio” aseguró un testigo visual, que se identificó como Aleksandr, a un reportero de la AFP. “Hubo muchísimos disparos”, añadió.El centro policial se convirtió en un edificio en ruinas, constató la AFP.Cinco policías resultaron heridos y cuatro insurgentes fueron capturados, indicó el ministro ucraniano en su página en Facebook. “Gran parte de los asaltantes han desaparecido en la ciudad abandonando las armas (…)”, subrayó.En Slaviansk, bastión pro-ruso, se registraron disparos y detonaciones durante la madrugada del viernes.Según la agencia Interfax, unos cuarenta hombres armados intentaron tomar el jueves por la noche, sin éxito, un puesto fronterizo en la región de Lugansk.La anexión de Crimea, que prendió la mecha de la crisis entre Ucrania y Rusia en marzo, fue una “verdad histórica” declaró Putin ante una multitud entusiasta, que copaba los muelles del enorme puerto de Sebastopol.“El año 2014 permanecerá en los anales como el año que vio como los pueblos que viven aquí decidieron firmemente seguir con Rusia”, explicó.Esta visita a un territorio “ocupado temporalmente” constituye una “violación flagrante de la soberanía ucraniana” que confirma “una vez más que Rusia no quiere hallar salidas diplomáticas”, protestó la Cancillería ucraniana.En la Plaza Roja, ante miles de personas y un desfile protagonizado por 11.000 soldados, Putin había elogiado a primera hora del día “la fuerza triunfal del patriotismo ruso”.“Todos los rusos”, dijo, “sentimos de manera especial lo que significa ser fiel a la patria y lo importante que es defender sus intereses”.Cada año Rusia celebra la victoria de los aliados durante la Segunda Guerra Mundial el 9 de mayo, un día después de los festejos en occidente. El régimen nazi firmó la capitulación a última hora del 8 de mayo, cuando en Moscú ya era día 9 a consecuencia de la diferencia horaria.“La voluntad de hierro del pueblo soviético, su coraje y su firmeza salvaron a Europa de la esclavitud”, aseguró Putin.Moscú confirmó que Putin asistirá el próximo 6 de junio a la conmemoración del 70 aniversario del desembarco aliado de Normandía (Francia), donde coincidirá con su homólogo estadounidense, Barack Obama, aunque no está previsto oficialmente un encuentro.En Ucrania, las autoridades interinas de Kiev no llevaron a cabo ningún desfile de la Victoria por temor a eventuales “provocaciones” de los militantes pro-rusos.Putin había propuesto a los separatistas del este ucraniano suspender su controvertido referéndum de independencia, convocado para este domingo, pero los militantes decidieron ignorar sus ruegos y mantener la consulta en las regiones de Donetsk y Lugansk.Las autoridades ucranianas ven en esta consulta el mismo camino que llevó a la incorporación de Crimea a Rusia.La Unión Europea (UE) reaccionó rápidamente y aseguró que la celebración del referéndum “no tendrá ninguna legitimidad democrática y sólo agravará más la situación”.Los separatistas aprovecharon la celebración histórica en Slaviansk para presentar como nuevo “comandante” de la insurrección a un militante local que se llama Igor Strelkov, pero que según Kiev es un coronel de los servicios de inteligencia rusos, Igor Guirkin.De su lado, el secretario general de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), Anders Fogh Rasmussen, calificó ayer de “inapropiada” la primera visita del presidente ruso a la anexionada península de Crimea con ocasión del Día de la Victoria sobre la Alemania nazi.“Nosotros consideramos Crimea territorio ucraniano y por lo que yo sé las autoridades ucranianas no han invitado a Putin a visitar Crimea, así que desde ese punto de vista su visita es inapropiada”, dijo Rasmussen a la prensa durante su visita a Estonia, según un comunicado distribuido por la OTAN.Rasmussen, que hizo estas declaraciones tras pronunciar una conferencia en la Universidad de Tallin, recordó que la Alianza Atlántica considera “ilegal e ilegítima la anexión rusa de Crimea”. “Nosotros no la reconocemos”, insistió Rasmussen, en relación a la anexión de Crimea sancionada por Putin el 18 de marzo pasado, tras el referéndum celebrado cinco días antes y en el que la propuesta anexionista recibió el apoyo de más del 90% de los votantes. Putin, la sutileza y el día que eligió para su maniobraDurante su primera visita a Crimea, desde que esta región se anexionó a Rusia en marzo, Vladímir Putin exigió a la comunidad internacional respeto al restablecimiento de lo que denominó “justicia histórica” en esta península, que durante los últimos sesenta años perteneció al territorio ucranio. El presidente ruso ha reclamado también el reconocimiento de los “intereses legales” de Rusia y “el derecho a la autodeterminación” de los pueblos, en alusión a que los crimeos votaron en referéndum a favor de ingresar en la Fed
eración Rusa.Putin aterrizó en Crimea, ayer al mediodía, tras conmemorar por la mañana en Moscú el 69 aniversario del Día de la Victoria sobre la Alemania nazi, también conocido como “Día V”, corolario del “Día D”, jornada del desembarco aliado en Europa para derrotar a los nazis. En su discurso en el tradicional desfile militar en la Plaza Roja, la mayor parada militar de celebración del triunfo soviético en la Segunda Guerra Mundial en veinte años, según la calificó la televisión estatal rusa, Putin aprovechó para lanzar un mensaje de ensalzamiento nacionalista, en plena crisis diplomática y política por las intenciones secesionistas de los pro-rusos del este de Ucrania. El presidente ruso no solo ensalzó las virtudes del “pueblo soviético” sino que recordó las duras batallas que se libraron en territorios ahora en territorio ucranio.




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