SANTO PIPÓ. La identidad de la víctima, aún en el misterio, será clave para comenzar la investigación por el salvaje crimen perpetrado sobre la ruta provincial 5 el último martes. Mientras tanto, las autoridades manejan un dato que parece echar algo de luz: el automóvil con 500 kilos de marihuana secuestrado a pocos kilómetros del cadáver habría ingresado al país por la balsa que conecta San Javier con Porto Xavier, en Brasil.Esa información, a la que pudo acceder PRIMERA EDICIÓN en base a sus fuentes, proviene de altas fuentes de la investigación y en las últimas horas intentaba ser confirmada a través de las filmaciones del centro de frontera. No obstante, las fuentes aseguran que todo fue así.Este nuevo dato parece apuntalar aún más la principal hipótesis que manejan los investigadores con respecto al crimen, que dice que la víctima fue ejecutada por al menos tres personas pocas horas después de que Gendarmería Nacional interceptara el Peugeot 207 familiar que, siempre según la teoría, conducía.Para que esta o cualquier otra línea investigativa obtenga avances de consideración, será fundamental lograr la identificación del cadáver. Por eso las autoridades ya habían enviado circulares a todas las comisarías de Misiones y pedidos de información a sus pares de Brasil.Justamente como no hubo respuestas de ninguna dependencia policial en la provincia y nadie reclamó el cuerpo es que los detectives prácticamente descartaron que la víctima sea misionera. De todas maneras, es un misterio que recién se resolverá cuando se sepa el nombre y el apellido del sujeto.De regreso al automóvil, los registros del centro de frontera de San Javier indicarían que el automóvil en cuestión ingresó al país desde Porto Xavier el lunes 28, es decir, un día antes de que se conociera el sangriento desenlace.Como este diario publicó ayer de manera exclusiva, todo apunta a que el homicidio envuelve un trasfondo de tinte mafioso, un ajuste de cuentas ligado a las redes “narco” que operan en la provincia.En base a aquella principal hipótesis es que las autoridades creen que todo comenzó alrededor de las 11 del último martes, cuando Gendarmería Nacional logró interceptar el Peugeot 207 familiar negro con matrícula brasilera sobre la ruta provincial 6, a escasos metros del cruce con la 5.Aparentemente el conductor intentó escapar y fue en ese momento que trató de girar “en U”, pero chocó contra un guardarrail y escapó a la carrera. En el rodado, los gendarmes secuestraron 514,628 kilogramos de marihuana divididos en 629 paquetes rectangulares que viajaban distribuidos en 18 bolsas de arpillera.Del conductor no se supo más nada, aunque el hallazgo realizado a pocos metros del lugar alrededor de las 15.30 de ese mismo día despertó todas las sospechas: era el cadáver de un hombre de unos 40 años, fornido, de unos 1.75 metros de altura y 120 kilos. Estaba atado de pies y manos, con cinco balazos en el pecho realizados a corta distancia.Aunque el trabajo de los investigadores de la comisaría de Santo Pipó, del Juzgado de Instrucción 3 de Posadas y de la Saic recién comienza, en general los detectives no dudan a la hora de hablar de un “ajuste de cuentas” vinculado al narcotráfico.La esperanza está puesta ahora en que finalmente se logre identificar a la víctima. Recién entonces, muchos “cabos” podrán atarse.





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