LEANDRO N ALEM. Es una modalidad conocida en la periferia de la capital provincial, sobre todo en la avenida Costanera que bordea el Paraná, pero que pareciera extenderse paulatinamente a distintos puntos del interior. Son ataques a pedradas a vehículos que tienen por objetivo, justamente, que los conductores detengan la marcha para poder asaltarlos. El último episodio se produjo en jurisdicción de Leandro N. Alem , donde una camioneta de PRIMERA EDICIÓN fue blanco de una lluvia de piedrazos que, por milagro, no provocó un accidente.Sucedió ayer, a las 0.45 aproximadamente, sobre la ruta nacional 14, rumbo a Oberá, a metros del acceso al establecimiento yerbatero “Don Leandro”.Las piedras impactaron en diferentes puntos del chasis y lograron desestabilizar el furgón, pero el chofer logró controlarlo.Enrique Fedorich salió airoso de la maniobra y por fortuna, no detuvo su marcha.No obstante, contó que hace un par de meses, en ese mismo sector, desvió con mucha dificultad una pila de maderas que habían dejado sobre la calzada, seguramente con la misma finalidad de robo.Para él, los atacantes fueron varios porque la cantidad de piedras que cayó sobre el vehículo resultó alarmante.Los malvivientes aprovechan un barranco existente en el lugar para atacar desde la oscuridad y la impunidad a los automovilistas.





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