POSADAS. Cristian Gabriel Urizar murió a causa de un golpe en la cabeza que le produjo una lesión cerebral irreversible. Ese fue el resultado de la autopsia practicada ayer al cuerpo del hombre de 27 años, quien se acostó a dormir el viernes después de una pelea y jamás despertó. La primera versión del hecho, que se desmoronaría paulatinamente, indicó que todo ocurrió el viernes. A eso de las 3, Urizar llegó a la casa del amigo donde se había alojado hace unas dos semanas, a su regreso de Buenos Aires. Antes de acostarse, le habría confiado a su amigo, quien brindó esta coartada a la Policía, que tuvo un altercado en un bar de la avenida Eva Perón, donde peleó con otro hombre.A eso de las 16 del mismo día, el dueño de la propiedad fue a despertarlo y lo encontró muerto. Entonces llamó a la Policía y denunció lo sucedido.El relato del testigo resultó verosimil sólo en determinados aspectos. Era verdad que Urizar había sido golpeado pero no en un bar, sino en la misma vivienda donde lo hallaron sin vida.Claro que eso se sabría recién después de la autopsia practicada al cuerpo, cuando la causa era investigada por homicidio y no por muerte dudosa.Los policías de la comisaría seccional Séptima habrían pensado, en un principio, que se trató de una muerte natural y por esta razón no dieron intervención al juez de Instrucción 3 de Posadas, Fernando Luis Verón.La autopsia modificó radicalmente el escenario y desató un amplio operativo, más aún después de la bajada de línea que efectuó el magistrado a los uniformado por el desliz de no avisarle.Así se determinó que el bar-pool, señalado como escenario de la supuesta contienda, había cerrado la noche anterior, a eso de las 21, cuando Urizar aún no había salido de su domicilio. El dato enfocó la pesquisa hacia otro lado, más precisamente hacia la casa donde encontraron a la víctima. Testigos aseguraron haber escuchado gritos y desmanes en el citado domicilio, por lo que los uniformados hablaron con el propietario. En esa circunstancia este hombre no tuvo más remedio que contar lo que, a prima facie, habría ocurrido. En primer término, que la pelea se produjo en la casa y por ende, él mismo estuvo presente.Fuentes de la causa brindaron la versión de lo que ellos creen sucedió la madrugada del viernes.Urizar arribó al domicilio de la chacra 149, alrededor de las 3, y encontró al dueño y tres jóvenes más bebiendo cervezas mientras jugaban al truco.Tenía dinero porque, al parecer, ese día había cobrado.De hecho pagó una vuelta de tragos. En determinado momento, más producto de los efectos del alcohol que por otro motivo, tuvo un entredicho con otro de los presentes.“No quiero que sigas tomando mi cerveza”, le habría dicho. Allí recibió un puñetazo que lo derribó y una patada en la cabeza.El dueño de casa y los otros invitados intercedieron, separaron al agresor de la víctima y lo echaron del lugar, siempre al decir de la versión de uno de los detenidos.Poco después, Urizar se acostó a dormir. A las 16, trece horas después del hecho, cuando lo fueron a despertar, estaba muerto.Ayer, el juez de Instrucción 3 de Posadas, Fernando Luis Verón, ordenó la detención de los cuatro hombres que participaron de la reunión.Ahora deberá determinar, sin lugar a dudas, quién agredió a Cristian Gabriel Urizar.





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