SAN VICENTE. La Justicia imputó a la hija del ex intendente Héctor Carballo, asesinado por la Mafia en octubre de 2010, y a su abogado por los supuestos delitos de “instigación al delito y falsificación de pruebas”, por plantar una pista falsa a través de la elaboración de un video en que un cómplice incrimina al actual intendente de San Vicente, Valdir Do Santos, en el homicidio.La investigación se encuentra en el Juzgado de Instrucción 3 de San Vicente, a cargo del magistrado Demetrio Antonio Cuenca, y la acusación es contra Clelia Alfonsina Carballo y el abogado penalista Rubén Langbart.El tercer imputado –aquel que según los investigadores judiciales se prestó para el ardid- es Rodolfo Borda. En este caso, entró a proceso acusado de falso testimonio.Una fugaz recorrida por el testimonio que, en su momento, brindó Borda en sede judicial permite reconocer cierta facilidad para montar historias propias de un filme de suspenso hollywoodenses. Según pudo averiguar PRIMERA EDICIÓN, para esta semana estaba previsto que la concejal sanvicentina y su abogado prestaran declaración indagatoria con “su” versión de cómo se desencadenó la trama que ahora los involucra seriamente. Una de las versiones sobre lo que eventualmente puedan declarar indica, con un alto grado de probabilidad, que ambos se deslindarán de responsabilidades y apuntarán sus dardos a Borda, afirmando que este los engañó en su buena fe.Sin embargo, al menos en un principio, la Justicia piensa exactamente lo contrario. Que la edil y el abogado instigaron a Borda a declarar en contra de Do Santos.El testigo falso terminó por reconocer, acorralado por las circunstancias, que lo indujeron a mentir a cambio de regularizar la situación de unas tierras que tendría en la zona.Entre otras cosas, Borda habría dicho que Do Santos lo contactó primero para plantarle unos ladrillos de marihuana en el coche de Carballo –un Renault 12 de color celeste, el mismo en que lo ultimaron a balazos- y después, directamente para matarlo.Con el devenir del tiempo esa teoría se cayó como un castillo de arena y ahora, sus responsables deberán rendir cuentas ante la Ley. EquivocacionesEl clamor por Justicia, la impotencia y el dolor por la muerte violenta del ser amado en ocasiones pueden perturbar la mente, induciéndola a efectuar análisis equivocados y decisiones incorrectas. En la actualidad los linchamientos constituyen la máxima expresión de una postura errónea: justicia por mano propia.No es justificativo, pero manifestaciones de esas ocurren a diario en distintos puntos de la Argentina.Hay un vacío que el brazo de la Justicia pareciera no llenar; un hueco que alberga la bronca y desazón de aquellos que han perdido un ser querido en nombre de la violencia. Ese vacío tiene nombre y apellido: crímenes impunes.Uno de ellos es el homicidio del ex intendente de San Vicente, Héctor Carballo, más conocido como Carballito, ultimado a balazos en la mañana del 26 de octubre de 2010 cuando se dirigía a la radio en que trabajaba, en el municipio de San Vicente.La investigación quedó trunca y expiró con el sobreseimiento definitivo del único detenido e imputado que tuvo la causa: Francisco Borges Cavaleiro, “Xhico”.Para ese entonces, circulaba ya en los corrillos judiciales y también en determinados medios de prensa el rumor acerca de la existencia de un video que develaría toda la verdad acerca de quién y porqué ejecutaron a Carballo.Finalmente, parece haberse demostrado que todo se trató de una falacia, al menos en la visión de la Justicia. Con el sello de la MafiaEran alrededor de las 7.15 del 26 de octubre de 2010 cuando una persona detuvo la marcha del Renault 12 celeste que conducía el ex intendente de San Vicente, Héctor Carballo. Los investigadores creen que pudo haber fingido un aventón.Al parecer, el conductor mordió el anzuelo y cuando intentó reaccionar, fue tarde. Los proyectiles lo atravesaron y el cuerpo se inclinó hacia un costado, recostándose sobre el asiento del acompañante.Tiempo después la Policía detuvo a Francisco Borges Cavaleiro, alias “Xhico”. El caso parecía encaminarse hacia su resolución. Los investigadores allanaban un bar-pool, que el sospechoso regenteaba en Garupá, y encontraban una bala que, supuestamente, había sido expulsada por la misma arma que mató al ex intendente.Sin embargo, la abogada Rosa Gladys Fontana, defensora de “Xhico”, cuestionó la prueba aduciendo que había sido “plantada” y el Tribunal Penal 1 de Eldorado le dio la razón.Cayó la principal prueba contra el único sospechoso y la Justicia, más de un año después, no tuvo alternativa que liberarlo.Finalmente, Cavaleiro fue sobreseído definitivamente de culpa y cargo. A esta altura de la historia puede decirse, con un alto grado de certeza, que la causa se encamina a integrar la triste nómina de crímenes impunes.





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