BUENOS AIRES (Medios digitales). Una mujer de 36 años y su hijo de doce fueron asesinados en su casa del barrio porteño de Nueva Pompeya y por el doble crimen detuvieron al esposo y padre de las víctimas, quien confesó haber cometido el hecho. Los investigadores creen que el acusado, identificado por la Policía como Rubén González (46), incendió la vivienda donde ocurrieron las muertes para ocultar pruebas y simular un accidente.Fuentes policiales informaron a las agencias de noticias que el hecho fue descubierto el pasado sábado a la mañana, alrededor de las 9.30, cuando personal de Bomberos recibió un alerta por un incendio en una casa situada en la manzana 1 del barrio Presidente Illia, en Nueva Pompeya, en la zona sur de la Capital Federal. Al arribar al lugar, los efectivos se encontraron con un foco ígneo y los vecinos que les contaron que González se había ido a llevar a su hijo, supuestamente afectado por el incendio, hasta el Hospital Piñero, dijeron los informantes.Mientras los bomberos apagaron las llamas, una brigada de Gendarmería Nacional, afectada al Operativo Cinturón Sur dispuesto por el Ministerio de Seguridad de la Nación en esa zona de la ciudad y a cargo de la pesquisa, se trasladó hasta ese centro asistencial.Según las fuentes, los gendarmes se entrevistaron en el hospital con uno de los médicos que recibió a González y afirmó que el hijo de éste, de nombre Héctor, presentaba algunas quemaduras en su cuerpo y había llegado muerto a la guardia. Luego, los pesquisas se entrevistaron con el propio González que al narrar lo sucedido se quebró y de manera espontánea confesó que había asfixiado a su hijo, precisaron los voceros. Además, el acusado también reconoció que el pasado viernes había matado a su esposa, identificada como Lorena Vargas (36), y ocultado su cuerpo en el interior de la casa que habitaban. Los dichos del imputado fueron corroborados cuando los bomberos, tras apagar el incendio en la vivienda de González, hallaron el cadáver de Vargas envuelto en una sábana, debajo de la cama, agregaron las fuentes.Tanto el cuerpo de la mujer como el de su hijo fueron trasladados a la morgue judicial donde en las próximas horas se realizarán las respectivas autopsias, a través de las cuales, los peritos forenses determinarán cuándo y cómo murieron ambas víctimas. Los pesquisas procurarán determinar si la mujer presentaba lesiones por golpes o heridas de arma blanca o de fuego, o si fue asfixiada como se presume ocurrió con su hijo. En ese sentido, la principal hipótesis que manejan los investigadores apunta a que el chico fue asesinado poco después que su madre y antes de que se produjera el incendio en la casa, donde también trabajaron los peritos de la Unidad Criminalística Móvil en busca de rastros y otros elementos de interés para la pesquisa. Por su parte, González, luego de haber confesado el crimen, quedó detenido por orden del juez de Instrucción porteño 27, Alberto Baños, a cargo de la causa junto al personal de la Secretaría 124 de María Fernández Martínez. En las próximas horas se estima que se llevará a cabo la indagatoria de González, oportunidad en la que éste podrá ratificar o rectificar sus dichos autoincriminatorios para que tengan validez judicial y sean considerados como una confesión formal.





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