CANDELARIA. Hambre. Una necesidad biológica que para muchos se resuelve comprando comida o cocinando en casa, es el problema principal de la vida de los más de 150 niños que acuden a diario al merendero “Los descalzos” del Barrio 8 de Octubre de esta localidad (frente a la Escuela 45). El mismo fue creado hace cuatro años de la mano de William y Gladis Rodríguez, quienes decidieron hacer algo cuando vieron que unos niños comían las flores del jazmín frente a su casa, intentando calmar su hambre.Hoy es Silvia Serrano, madre de cuatro hijos, quien se hace cargo del merendero, ya que los fundadores no residen más en Candelaria. Día a día, ofrece un vaso de leche y pan con dulce a los niños que se acercan, muchos de los cuales concurren desde una villa de emergencia cercana. “Para hoy tengo, pero mañana (por hoy) ya no sé si voy a poder dar la leche”, dijo a PRIMERA EDICIÓN Silvia con un tono de gran tristeza. “Es muy angustiante ver a los niños con hambre y no poder satisfacerlos. Sus padres no pueden, pero yo puedo conseguirles algo, si lo pude hacer durante cuatro años, tengo que poder seguir haciéndolo”, sostuvo esperanzada con que mediante la lectura de esta nota vecinos y empresarios de Posadas y Candelaria se hagan eco de esta necesidad. Lejos de bajar los brazos, Silvia compra con dinero de su bolsillo el azúcar. También sigue solicitando ayuda a la comunidad y va recolectando casa por casa las cajas de leche en polvo que le donan una que otra familia de los alrededores. “Fui a la Municipalidad a pedir que me ayuden, pero el intendente me dijo que espere, que por ahí viene otra empresa constructora que trabaje en el puente y ahí podría pedir donaciones”, señaló. Desesperante“Hasta fin del año pasado una empresa vial que estaba construyendo la costanera nos donaba la leche y el pan, pero ahora ya no contamos con esas donaciones. Sólo de los vecinos, que me dan una caja uno, otra caja otro, y así preparo la leche”, dijo. A las 5 de la tarde ya hay una fila de niños con botellas de plástico vacías y bolsitas esperando para entrar al pasillo de la casa donde Silvia les llena la botella con leche y coloca panes en la bolsita. “Les doy una botella llena, porque viene un chico, pero en la casa le esperan los hermanitos”, dijo, señalando que los pequeños le explican lo que ella ya sabe: en su casa no hay nada para comer. “Algunas familias están sin trabajo, otras cobran la asignación universal (por Hijo, la AUH) pero no les alcanza, y también hay familias que parece que no les preocupan sus hijos, pero a mí sí me preocupan”, destacó una mujer que no se queda haciendo juicios de valor para con estos progenitores, sino que se aboca a responder a la necesidad de los niños “que no tienen la culpa de nada, pero sí tienen hambre y vienen acá a esperar que sea la hora y poder recibir su leche”.Silvia señaló que cada vez vienen más chicos, también vienen adolescentes, algunas abuelas y personas con discapacidad que viven solas en sus casas y no tienen para comer.El día a día cada vez más difícilDesde que se fundó el merendero, los insumos necesarios se conseguían principalmente con donaciones de la empresa Eleprint que mientras se encontraba realizando trabajos viales en la zona aportó leche en polvo, pan, dulce de membrillo y batata, equipamiento de la cocina e incluso regalos para Navidad. En total proveía de leche, azúcar y 10 kilos de pan por día (el monto ronda unos 400 pesos por día, cerca de 7 mil pesos por mes). Hasta ayer, Silvia tenía para preparar leche. Hoy, sólo la buena voluntad de la comunidad podrá definir si los chicos toman la leche esta tarde -alimento que para muchos de ellos es el único en el día- o no. ¿Qué necesitan?Para que el merendero pueda seguir funcionando y brindar un vaso de leche y pancito a los 150 niños y adolescentes que acuden, se necesitaría por mes:-80 cajas de 800 gramos de leche en polvo.-50 kilos de azúcar.-5 paquetes de 800 gr. de cacao en polvo.-200 kilos de pan .-10 kilos de dulce (membrillo o batata).Como elementos optativos, Silvia propone: arroz, para preparar arroz con leche; dulce de leche para acompañar el pan y/o galletitas.Silvia, también agradece a quien pueda proveer de 120 vasos de plástico, bancos de madera, un freezer y la carga de dos garrafas por mes. Además sería importante realizar mejoras en la cocina: colocación de 45 metros cuadrados de cerámico, pintura para 90 m2 de pared interior, ventana con paño de abrir de 2,5 x 1 metro, dos ventiladores de techo o de pared, 1 mueble bajo mesada, colocación de membrana y machimbre bajo la chapa del techo.





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