BUENOS AIRES (NA). Algunos alquileres comenzaron a ajustarse cada seis meses en los nuevos contratos, con alzas que se proyectan entre 30 y 35% anual en Capital por efecto de la inflación, lo cual pone contra las cuerdas a cientos de miles de inquilinos imposibilitados de acceder a la vivienda propia.Los ajustes superan en la mayoría de los casos los incrementos porcentuales en los impuestos (como el ABL) que los municipios cobran a los propietarios por el inmueble y están por encima también de los indicadores privados de inflación más desalentadores, que para 2013 dieron un avance de entre 25 y 27%.No obstante, el 3,7% de inflación reconocido por el Indec para enero fue “letal”, dado que el Gobierno blanqueó la suba de precios promedio y los propietarios anualizaron ese dato, por lo que cambiaron las reglas de juego para la redacción de los contratos. Las condiciones del mercado son las peores para los inquilinos: el dueño de la propiedad impone el precio y el porcentaje de aumento, los plazos y las condiciones; los préstamos hipotecarios siguen estancados en el 5% del mercado crediticio, con tasas que superan el 20% anual; y el valor de una propiedad cotiza en dólares, con el metro cuadrado por las nubes.El titular de la Unión Argentina de Inquilinos (UAI), Ricardo Botana, manifestó su preocupación por las “irregularidades” halladas desde enero en los nuevos contratos que inmobiliarias y propietarios imponen a quienes buscan un hogar para independizarse. “Los alquileres se venían ajustando con tasas del 25% en los últimos años, pero ahora el mercado está pidiendo un 30% anual”.





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