POSADAS. Recientemente PRIMERA EDICIÓN había alertado sobre una inusual invasión de hormigas, detectadas de a millones en distintos barrios capitalinos, a lo cual ahora se sumó otra denuncia de plaga con características similares, pero un tanto más repulsiva: las garrapatas. Vecinos de distintos barrios de la periferia, donde se detectaron los casos de irrupción más impactantes, explicaron a este diario que “al principio no es fácil detectarlas, porque son microscópicas”.“Mi hijo más chiquito jugaba con sus vecinitos en el patio de la casa y de pronto vino llorando porque le había picado algo en la cabeza. Le saqué un bicho que se le había prendido en el cuero cabelludo y obviamente era mucho más grande que un piojo. Cuando noté que era una garrapata me espanté y peor cuando más tarde note a cientos, miles de estos parásitos sobre las paredes de la casa”, contó Cecilia Valiente, vecina del barrio Santa Helena.La mujer especificó: “Son como unas pulguitas negras muy diminutas, que evidentemente estaban a la espera de prenderse en alguien. Rápidamente desinfectamos el lugar y a los perros, pero las seguimos detectando”. Norma Rojas, quien mantiene un pequeño gallinero para consumo personal en el barrio Fátima, contó que sus aves de corral y sus perros estaban afectados.“En la casa también se meten. Todos los días reviso las paredes y pisos porque no quiero la casa infestada. Tengo muchos animalitos”, explicó. Para la doctora Ana Salazar Martínez, de la división Entomología de la Facultad de Ciencias Naturales y Museo de La Plata, quien se mostró interesada en investigar el tema porque trabaja con ácaros de suelo, no directamente con parásitos, explicó: “Las garrapatas ponen gran cantidad de huevos, de los que nacen las larvas que son las que buscan al hospedador. Son muy pequeñas y tienen tres pares de patas. Generalmente se encuentran en el pasto y esperan que pase un posible hospedador, al que se suben para alimentarse. Algunas especies tienen varios hospedadores hasta concluir su ciclo de vida. Una vez que comienzan a alimentarse aumentan de tamaño, se transforman en ninfas con cuatro pares de patas y luego en adultos, cuando son capaces de reproducirse. Hembras y machos se encuentran sobre el hospedador y la hembra libera nuevamente los huevos. A veces cada uno de los estados se completa en un hospedador diferente”. Tipo de especies y su control De acuerdo a las especificaciones de la doctora Salazar, en Argentina han sido detectadas 45 especies de garrapatas y entre ellas unas trece afectan a perros. Las garrapatas que afectan a los perros también pueden utilizar al hombre como hospedador y algunas especies ya han sido encontradas en humanos en Córdoba, Catamarca, Jujuy, Salta, Tucumán, Entre Ríos y Corrientes. Sin embargo se han encontrado en el hombre algunas especies cuyos hospedadores anteriores se desconocen y que podrían ser roedores o aves. “De acuerdo a los antecedentes divulgados en estudios realizados por distintos investigadores argentinos, brasileños y chilenos, para erradicar la presencia de garrapatas en ambientes antrópicos (rurales, periurbanos o urbanos) deben considerarse varios factores relacionados, por ejemplo las vías de acceso de las garrapatas al hombre, que pueden ser variadas y diferentes para cada situación. Siendo las mascotas una fuente probable, uno de los factores importantes es desparasitarlas. Esto implica aplicar acaricidas a las mascotas y realizar campañas para desparasitar a los perros callejeros. Si hay muchos perros parasitados es más probable el contagio”, previno la investigadora. Felipe Vera, vecino de la chacra 24 de Posadas, se mostró muy preocupado, en especial con relación a los perros callejeros, “que están por todos lados y no hay quien se haga cargo de cuidarlos, menos de desparasitarlos”.Otras de las formas de hacer control, según las indicaciones de la doctora Salazar, fueron “mantener corto el pasto alrededor de los asentamientos periurbanos y la aplicación de productos acaricidas en la limpieza de veredas o alrededor de las casas”, lo que evitaría el ingreso a las viviendas. Apuntó la especialista: “El tipo de actividad realizada por las personas es un factor condicionante de la infección, inclusive es mayor en adultos y aumenta el peligro en zonas rurales o periurbanas, donde hay mayor probabilidad de contactar con animales que pueden estar parasitados. Monitorear con mayor frecuencia la presencia de garrapatas en la ropa o instaladas en la piel sería una buena práctica”, concluyó. Características y recomendacionesLas garrapatas son ácaros relativamente grandes, con una longitud de entre 2 y 20 milímetros. Antes de alimentarse presentan un cuerpo comprimido plano y la región anterior, donde se encuentra la boca, está rodeada por estructuras que le permiten romper la piel de los hospedadores y entre ellas una central con numerosos ganchitos pequeños orientados hacia atrás que impiden que la garrapata se suelte (como un tarugo Fisher). Por este motivo, cuando las garrapatas se fijan, no es recomendable tironearlas para retirarlas, porque generalmente la región anterior se corta, queda retenida en la piel y pueden producirse infecciones. Lo mejor es aplicar sobre la garrapata una mota de algodón con alcohol, durante 15 minutos. Al morir, se soltará completa. El resto del cuerpo puede estar protegido por un tegumento fuerte (garrapatas duras) o dúctil (garrapatas blandas). En algunas especies, las hembras tienen un tegumento más suave que les permite estirarse y crecer hasta dos centímetros cuando llevan los huevos, y son fácilmente observables en los animales domésticos.





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