POSADAS. Sorpresivamente ayer los jugadores del plantel de Guaraní Antonio Franco que actúa en el torneo Argentino A no entrenaron debido a la falta de pago de sueldos y premios establecidos.Los futbolistas, en una decisión conjunta, decidieron no entrenar ayer hasta que la dirigencia y la gerenciadora no le dieran una respuesta al reclamo de atraso en el pago salarial. En realidad los contratos de los futbolistas es con el gerenciador Roberto Enriquez, cuya empresa constructora es una de las mayores favorecidas con la obra pública de la provincia.Pasadas las 11 de ayer, el presidente de Guaraní, César Decamilli, quien últimamente aparece como el componedor de los problemas franjeados, junto a otros miembros de la comisión directiva se reunió con la totalidad de los jugadores con quienes dialogó y acordó el pago en dos veces del sueldo de enero. El 50% será abonado mañana; mientras que el resto se abonará el 18 del corriente mes.Si bien algunos hablaban de dos meses de atraso, pues incluyen febrero, los términos del plazo de vencimiento mensual son los días 10, o al menos así se maneja el ámbito privado. Los propios futbolistas admitieron que la cuestión salarial estaba resuelta, no así el tema de premios. Justamente este tema que genera apreciaciones encontradas, pues los jugadores dicen que el gerenciador Roberto Enriquez se habría comprometido hacerlo, y ahora también hablan de un incentivo en el caso de lograr el ascenso. La medida de fuerza se produce en un momento previo a jugar una instancia tan importante para el club por lo que cobra una dimensión mayor.A la espera de una respuesta con relación a este dinero extra por lograr determinadas metas, los integrantes del plantel se volverán a encontrar esta mañana para decidir si entrenan o no. El grupo de futbolistas se mostró muy unido en el reclamo y habrá que ver si hay un acercamiento de las partes en el tema de los “premios”, algo que plantea a su vez posiciones encontradas ya que se trata de un incentivo extra que se compromete una de las partes pero que en esta caso no está escrito, no hay plazos y tampoco está cuantificado. Sólo el diálogo pareciera ser el camino más correcto para atender un reclamo que no es nuevo en el fútbol y que gran parte de la dirigencia la utiliza para incentivar a sus jugadores para cumplir las metas. Con una visión muy ampliaLamentablemente la cuestión económica viene a distraer el buen momento futbolístico de Guaraní Antonio Franco que acaba de lograr el objetivo meterse en el nonagonal final del Argentino A, que otorgará un ascenso directo a la B Nacional.El tema salarial es un mal que afecta a todo el fútbol argentino, pues los recursos que genera la actividad no siempre va de la mano con el gasto que debe afrontar una institución ante el justo reclamo salarial de sus futbolistas, pues en la intrincada ingeniería que requiere lograr los recursos, muchas veces la cadena que motoriza los mismos se corta en algún lugar y se produce situaciones como las que vive Guaraní.El fútbol del interior no sólo vive de la pasión de los hinchas, sino que, necesariamente, en esta coyuntura necesita del acompañamiento con el pago de las entradas de sus simpatizantes como manera de ayudar a resolver algunos ahogos financieros, cosa que en Misiones no sólo le pasa a Guaraní, sino al resto de los clubes, los cuales no tienen el acompañamiento necesario de los hinchas y los sponsors para encarar cosas importantes. En el caso concreto de la Franja, que ayer sintió el peso de sus jugadores (con la importancia que hoy tienen), uno de los aportantes por publicidad en la camiseta le debe un millón y medio de pesos. Esto tampoco debe sonar como excusa, ya que los compromisos deben ser honrados, pero es una situación que se debe tener en cuenta cuando se toma algún tipo de postura o reclamo. No es aconsejable, para ninguno de los actores, aplicar la paradoja de vaso medio lleno o medio vacío.El diálogo es el único camino conducente para encarar una negociación posible. Las posiciones irreductibles o extremistas suelen ser irritantes en un contexto económico complicado, en el que las partes deben en principio efectuar la justa valoración de los logros y los objetivos. Estos son dos aspectos fundamentales en el análisis de la difícil situación.Si existió la promesa del pago de un premio por determinado logro, quien la hizo debería hacerse cargo de la misma. Ahora bien, lo que ahora debe buscarse, si es que se asume el compromiso, es saber de dónde saldrá el recurso para hacer frente al “premio” que se invoca. Nadie puede negociar desde una posición de fuerza. El tema no es fácil, pero dirigentes y jugadores mostraron siempre voluntad de diálogo y eso mantiene viva la ilusión de los hinchas, los principales interesados en una pronta solución.





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