PUERTO IGUAZÚ. Aunque sucedieron con casi un mes de diferencia, las causas que investigan los crimenes de Leandro Medeiros (19) y Porfirio Martínez (65) se parecen y mucho. Ambas tienen como oscuro trasfondo el drama de las tierras. Y ahora, a testigos que señalan claramente y comprometen a los sospechosos detenidos.Así lo pudo saber PRIMERA EDICIÓN en base a sus fuentes, quienes relataron que las investigaciones por los dos episodios que aún conmueven a Puerto Iguazú apuntan hasta el momento hacia los detenidos que tiene cada una de ellas.Por el momento, lo que está más que confirmado a esta altura de la investigación es que ambos episodios fueron el triste desenlace de disputas territoriales, de las tantas que se suceden a diario y desde hace años en las tierras fiscales de la ciudad de las Cataratas.De un disparo en la nucaEl último de los episodios fue el que se cobró la vida de Martínez. Sucedió alrededor de las 21 del sábado 8 de febrero sobre calle Estanislao López del barrio 25 de Mayo, en la zona conocida como “pre-chacra”.En ese lugar, la víctima cavaba un pozo en compañía de su hijo de 18 años y la mujer de éste, de 32, cuando al lugar arribó una patota compuesta por entre 10 y 12 personas que lo ultimó a golpes de puño, patadas, machetazos y puñaladas.En relación con este hecho, ayer declararon frente al magistrado Juan Pablo Fernández Rissi, al frente del Juzgado de Instrucción 3 de Iguazú, y al fiscal, Martín Brítez, los dos principales testigos, justamente el hijo y la nuera de la víctima.Ambos desnudaron el “caos” que se vivió en la escena y que terminó en el trágico crimen. Coincidieron en que el hombre increpó a la patota, a la que acusaba de haberle usurpado un terreno de la zona y, además, de haberle prendido fuego la casa días atrás en lo que habría sido una clara amenaza.Entonces, el grupo de irascibles primero atacó a los presentes arrojando botellas, palos y piedras. Después, entraron al terreno y golpearon salvajemente a Martínez. El abuelo cayó boca abajo y ahí uno de los “patoteros” le clavó un puñal en la espalda. Luego otro tomó una pala y lo golpeó violentamente dos veces en la cabeza.Los testigos no dudaron e identificaron a uno de los detenidos, de nombre Guillermo, como el autor de esos últimos “golpes de gracia”. También aseguraron que las dos mujeres apresadas fueron parte de la impresionante gresca.Por el caso actualmente hay ocho mayores detenidos, casi todos jóvenes, y un menor demorado que también es investigado. Todos quedaron seriamente comprometidos por el testimonio de los testigos.A puntazos y con una palaTambién vinculados seriamente por testigos aparecen los dos detenidos en el caso Medeiros, el joven que fue ultimado de un balazo en la nuca cerca de las 1 del domingo 12 de enero en medio de una trifulca mayor entre dos bandos que se disputaban una porción del sector conocido como las Dos Mil Hectáreas.Ayer la Justicia le tomó declaración a familiares de la víctima y a un testigo del hecho. Todos coincidieron en que tanto el hombre de 40 años como el joven de 25 que permanecen detenidos estaban en el lugar cuando sucedió todo. La semana pasada, indagados por Fernández Rissi, ambos aseguraron haberse retirado antes de que comenzaran las agresiones que terminaron con el homicidio de Medeiros.Uno de los testigos, incluso, dijo que el menor de los apresados portaba un arma de fuego aquella madrugada, aunque debido a la oscuridad no supo precisar de qué tipo. En las testimoniales quedó en claro hasta el momento que nadie vio a los sospechosos dispararle a Medeiros, aunque los relatos son contundentes y “chocan de frente” con lo aportado por la defensa. Las investigaciones continúan en simultáneo a la espera de elementos que permitan saber qué fue lo que sucedió en ambos casos.





Discussion about this post