POSADAS. Como la mayoría de los productores consultados por PRIMERA EDICIÓN lo admitieron, al comienzo de esta zafriña o zafra corta se intensificó la falta de cosecheros en la zona productora. No es una realidad que sorprenda, porque hace algunos años comenzó a sentirse la disminución de mano de obra para esta actividad, a raíz de la aparición de los beneficios que otorga el Gobierno nacional para millones de familias del país, como la Asignación Universal por Hijo (AUH).Es porque aquel tarefero que esté cobrando el beneficio, no podría ser regularizado según lo que establece la Ley del Trabajador Rural, ya que ello implicaría la baja automáticamente para cobrar la AUH. Hasta el momento, el Gobierno no logró la compatibilidad entre ambos, a fin de mejorar la realidad social y económica de los integrantes del eslabón más pobre de la cadena yerbatera. Teniendo en cuenta que si es un trabajador registrado, también se le otorgaría el beneficio del subsidio interzafra, además de jubilación y obra social.Sin embargo, la mayoría de los tareferos opta por no renunciar a la AUH, ya que la actividad de la cosecha dura sólo unos meses, mientras que el plan es todo el año.Difícil de compatibilizarUno de los dirigentes de la Asociación de Productores Agrarios de Misiones (APAM) y ex director del Instituto Nacional de la Yerba Mate (INYM), Carlos Ortt, admitió que se va tornando una costumbre la imposibilidad de conseguir personal de cosecha dispuestos a ser blanqueados al momento de ser demandados para trabajar. Reconoció la decisión de “elegir el plan y me parece justo también pero hoy nos preocupa la falta de cosecheros y se debería trabajar sobre la necesidad de compatibilizar dicho plan social con el trabajo en blanco. Eso facilitaría mucho las cosas para el sector productivo, los entes fiscalizadores y para la propia seguridad de aquellos que tienen sus planes. Con este panorama no sería tan difícil conseguir mano de obra”. Ortt también lamentó la situación, mencionando la recordada frase de Alicia Kirchner (actual ministra de Desarrollo Social de la Nación) cuando se le planteó desde algunas entidades yerbateras “si sería factible compatibilizar los beneficios con el blanqueo”, a lo cual habría respondido que “los productores estaban molestos con los planes sociales porque no tendrían más posibilidades de explotar a los obreros porque hoy ellos tienen la meta contenida”.“Todos saben que esto no es así. Nadie está en contra de los planes sociales ni que sean beneficios para aquellos que los necesitan. Sin embargo, pedimos que se encuentre el mecanismo de compatibilizar. De todas maneras sabemos que eso no va a pasar jamás porque eso sería independizar a un obrero o un trabajador del poder de sostenerlo en una tarjeta de afiliación o en una tarjeta bancaria”, dijo el dirigente de la APAM.El productor añadió: “Esto no les asegura un porcentaje de votos pero francamente veo muy difícil que se regularice la situación en algún momento. El más afligido y el más implicado en esta causa es el productor ya sea contratando una cuadrilla, o tomando el mínimo del personal porque contratando un servicio de cosecha que no está absolutamente en blanco, cualquier cosa que suceda dentro de la propiedad de ese productor, él es el responsable si no es lo suficientemente solvente el contratista” ante AFIP o Anses.Para Ortt, también “a veces el riesgo es del trabajador porque en la puja de definir quién es el culpable, ambas partes niegan, ambas partes se culpan y lo más triste de esta situación es que nunca se termina de definir nada”.Para muchos, el sector yerbatero cierra un año donde se logró acordar un valor que se acercó más a los costos de producción. En ese sentido, Carlos Ortt de APAM dijo que “en el momento en que se fijó el precio estaba en buenas condiciones, hoy por hoy -dado este proceso inflacionario que tenemos en frente, esos valores se alejan mucho de los reales que deben ser. De tal modo y la demostración está, en que la industria están pagando bastante por encima de estos valores fijados”. Agregó que “hoy espero, o los productores en general esperamos desde el INYM se actúe como realmente lo debe hacer un organismo defensor de toda la cadena yerbatera y busque lograr valores superiores a los hoy pagados por las industrias”. Y concluyó advirtiendo que “hoy el productor, dado el incremento que hubo en el costo de la mano de obra, en los insumos, fertilizantes; está quedando muy por detrás de los valores fijados por ley”.





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