BUENOS AIRES (DyN). Al tiempo que toman luz escuchas telefónicas de un barrabrava de River haciendo gala de poder e impunidad, la causa que investiga a dirigentes del club, entre ellos al ex presidente Daniel Passarella, y capos de los Borrachos del Tablón por la reventa de entradas, cayó ayer en un pozo judicial.Es que la fiscal Graciela Camaño, quien reemplaza al suspendido José María Campagnoli, se abstuvo de apelar la negativa del juez del caso a la solicitud de detenciones de dirigentes y barras y una serie de allanamientos. “La fiscalía no va a apelar y va a seguir investigando tal cual pidió el juez” Fernando Caunedo, aseguró a DyN una fuente del Ministerio Público de Saavedra y Núñez, de la cual fue desplazado Campagnoli y ahora está a cargo Camaño, ex secretaria de Justicia.Es que ayer vencía el plazo para apelar la negativa que Caunedo hizo del pedido de detenciones de Passarella, el vice Diego Turnes, un empleado de la empresa encargada del canje de entradas por Internet, y un par de policías federales, además de allanamientos a distintos domicilios y oficinas.La causa va al “freezer”La decisión de Camaño mete a la resonante causa en un freezer más allá de que aseguran que la investigación continuará.La decisión de la fiscal se produjo en momentos de la publicación de la segunda parte de la investigación en el diario deportivo Olé, esta vez en torno a los supuestos contactos de barras bravas con el gobierno.Matías Goñi, uno de los capos de los Borrachos del Tablón y empleado de la Secretaría de Comercio, cuando mandaba Guillermo Moreno, asegura en una conversación con otro barra, José Uequin, que “mientras esté Cristina Kirchner…no me pasa nada”. Además, hay más escuchas con nombres específicos de barras y políticos.





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