SAN CARLOS, (Corrientes). Un brote de rabia paresiante disparó la alarma en la localidad vecina de San Carlos diezmando al ganado local y poniendo en riesgo a la población humana. El riesgo radica en que el contagio a humanos es mortal, sin posibilidad de algún tratamiento una vez desarrollada la enfermedad. Al día de ayer se habían perdido más de cien cabezas de ganado desde que se detectó el primer ataque hace algunos días. La situación es más preocupante dado que todos esos ataques se produjeron en un radio de apenas tres kilómetros, según explicó la intendenta local Graciela Larraburu en contacto con PRIMERA EDICIÓN.Larraburu, quien ayer mantuvo una reunión con los productores y autoridades sanitarias de San Carlos indicó que la situación fue debidamente planteada al Gobierno provincial y al Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) y que está en marcha un plan de acción. Sin embargo, la preocupación va en aumento en la zona por la concentración de los ataques y la cifra de pérdidas en vacas y caballos, y también porque sucede a poca distancia del núcleo urbano.Técnicos y especialistas del Senasa se encuentran en la zona combatiendo a los murciélagos vampiros. “Por estas horas capturaron a varios para hacer estudios y mataron a mucho más”, explicó Larraburu, quien agregó que desde mañana se pondrá en marcha un plan sanitario dispuesto por el Gobierno provincial y el Senasa.Consultada, la jefa comunal señaló que “si bien por el momento no se detectaron síntomas de rabia en humanos, el radio de afectación, la cantidad impresionante de animales mordidos e infectados y la cercanía con la zona urbana local y con la de Misiones ameritan una urgente barrera sanitaria”. Pero las preocupaciones no se circunscriben nada más que a lo sanitario, sino también a lo económico. Para ejemplificarlo Larraburu relató que “a un productor se le murieron seis de sus diez vacas, lo que habla a las claras de lo perjudicial que viene siendo esta sorpresiva invasión de murciélagos vampiros.“Como primera medida -agregó la intendenta- el veterinario que interviene recomendó una vacunación masiva para evitar que el virus se siga expandiendo”. Los murciélagos vampiros son los únicos mamíferos que se alimentan exclusivamente de sangre. Duermen durante el día y suelen agruparse en colonias de unos 100 individuos, aunque a veces viven en grupos cuyo número supera el millar.El vampiro sale a cazar en las horas más oscuras de la noche. Suele elegir como víctimas a cabezas de ganado o caballos mientras duermen, pero se sabe que también se alimenta de sangre humana. Los vampiros chupan la sangre de sus víctimas durante unos 30 minutos.La cantidad de sangre que extraen no supone un daño para el animal al que atacan, pero sus mordiscos pueden causar infecciones y enfermedades graves, como viene sucediendo en San Carlos.Los murciélagos vampiros abordan a sus víctimas desde el suelo. Se posan junto a su presa y se aproximan a ella caminando a cuatro patas. Tras aplicar un mordisco al animal, el murciélago vampiro succiona la sangre con su lengua. Su saliva impide que la sangre se coagule.Ayer por la tarde Larraburu encabezó una reunión en la localidad correntina en la que se acordaron los pasos a seguir. “Es necesario convocar a todos los sectores, es sumamente preocupante y debemos ponerle un freno cuanto antes”, manifestó.La rabia paresiante es una enfermedad epidémica y recurrente causada por el virus rábico transmitido por el vampiro común Desmodus rotundus. Es una enfermedad de denuncia obligatoria, tanto para los productores como para los veterinarios.Es una enfermedad epidémica, regional, focal y recurrente, cuya área endémica en la Argentina abarca la totalidad de las provincias de Misiones, Corrientes Chaco y Formosa. Los primeros síntomas que se notan en el ganado son: inquietud, falta de apetito, tendencia a aislarse y vocalizaciones con un tono de voz diferente al habitual. Luego se observa depresión, deshidratación y dificultad postural y ambulatoria principalmente en el tren posterior.





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