PYONGYANG, Corea del Norte (Agencias y diarios digitales). Pyongyang amenazó ayer a Corea del Sur con realizar un ataque “sin piedad” y “sin previo aviso” como venganza por las recientes manifestaciones de ciudadanos en Seúl contra el régimen comunista de Kim Jong-un.La Comisión Nacional de Defensa, órgano que rige los asuntos militares norcoreanos, envió la amenaza por fax al Consejo de Seguridad Nacional de Corea del Sur a través de la línea de comunicación militar de la frontera occidental, informó a Efe una portavoz del Ministerio de Unificación de Seúl.Pyongyang indicó en la misiva que si continúan las manifestaciones en Seúl contra “la más alta dignidad” del Estado comunista -en referencia a sus líderes- llevará a cabo un ataque “sin piedad” y “sin previo aviso” al país vecino.Corea del Sur, por su parte, respondió a la nueva amenaza del Norte a través de la línea de comunicación militar con otro fax en el que advirtió que responderá “con contundencia” a cualquier “provocación” del país vecino.Aunque este tipo de amenazas norcoreanas son relativamente frecuentes, no es tan habitual que el régimen las envíe directamente al Sur a través de la línea de comunicación militar, ya que suele hacerlo mediante comunicados en sus medios estatales, como la agencia de noticias KCNA. Además, la Península venía de un período de relativa paz durante los últimos meses, luego de una escalada de tensión en marzo y abril.En todo caso, “tampoco es la primera vez” que recurren a este canal de comunicación bilateral, matizó la representante de Unificación.Tanto el Ministerio de Defensa de Corea del Sur como la presidenta del país, Park Geun-hye, advirtieron los pasados días de la posibilidad de una próxima “provocación” norcoreana, sin descartar una agresión militar. Seúl cree que Corea del Norte podría estar pasando por un momento de inestabilidad tras la fulminante ejecución la semana pasada de uno de sus políticos más influyentes, Jang Song-thaek, y la purga de sus acólitos en el seno del régimen.El año termina con una purgaLa fulminante ejecución del tío del líder y ex número dos del régimen ha coronado un año marcado por la tensión en Corea del Norte, que hizo saltar los temores de guerra con una campaña de hostilidades sin precedentes tras realizar su tercera prueba nuclear.Corea del Norte anunció el 13 de diciembre la ejecución de Jang Song-thaek, considerado el político más influyente de la era Kim Jong-un, acusado de tramar un golpe de Estado contra el líder y otros delitos, como malvender los recursos naturales del país, participar en orgías o distribuir pornografía.La purga de Jang, que también afectó a sus hombres de confianza, ha supuesto el mayor cambio político en Corea del Norte desde que en diciembre de 2011 falleciera el dictador Kim Jong-il y accediera su hijo menor al poder.La ejecución volvió a situar a Corea del Norte bajo los focos del interés mundial tras casi ocho meses de relativa calma, en los que el país comunista mostró tímidos acercamientos con la comunidad internacional tras protagonizar una de las mayores y más prolongadas etapas de tensión de las últimas décadas. La ejecución volvió a situar a Corea del Norte bajo los focos del interés mundial tras casi ocho meses de relativa calma, en los que el país comunista mostró tímidos acercamientos con la comunidad internacional tras protagonizar una de las mayores y más prolongadas etapas de tensión de las últimas décadas.En los meses de marzo y abril el régimen de Kim Jong-un emprendió una inusualmente intensa campaña de hostilidades, en la que dirigió a Seúl y Washington constantes amenazas de guerra y declaró nulo el tratado de armisticio que puso fin a la Guerra de Corea (1950-53).





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