ANDRESITO. El municipio local es uno de los que gracias al aumento en el valor de la hoja verde de yerba mate ha vivido una fuerte reactivación económica durante el último año. Hubo más empleo y efectivo circulante por el pueblo, también mayor recaudación.A pesar de ello y, como contrasentido, los últimos meses se atrasó cada vez más el pago de los haberes a los trabajadores municipales que generaron reclamos.“Estamos comiendo choclo y zapallito que los colonos nos traen porque ellos saben la situación que estamos pasando” relató a PRIMERA EDICIÓN un empleado municipal que reveló que “el intendente nos amenazó que si hacemos paro nos va a echar, pero nosotros ya no aguantamos más”.En el mes de noviembre la situación se agravó y los empleados municipales estuvieron varios días acampados en el corralón en estado de alerta y movilización, recién el día 22 cobraron sus haberes; este mes aún no han percibido los mismos.Daniel González, delegado de ATE, expuso la situación que se vive en Andresito: “Esta administración es por demás desprolija, durante la campaña se repartieron fondos a cuatro manos. Y luego, nosotros para poder cobrar los haberes de octubre, tuvimos que recurrir a medidas de fuerza y acampar en el corralón municipal”, recordó.Agregó: “Al no pagar en término los sueldos a una gran parte de los empleados nos convierte en ciudadanos de segunda. ¿Cómo elige a quiénes se les paga en término y a quiénes no? ¿Acaso tienen ventaja los que trabajan en la calle y hacen que se note si los municipales están trabajando o no? Cualquiera sea la respuesta no lleva sino a la irresponsabilidad de quien asume más compromisos de los que puede cumplir”. “Además el intendente se olvida que vivimos en democracia y amenaza a los empleados con dejarlos sin trabajo por reclamar, es perverso, juega con las necesidades de la gente que trabaja” sentenció. “Beck no cumple sus compromisos”González se refirió a las condiciones laborales y explicó: “Tampoco nos brindan condiciones dignas de trabajo, el baño letrina que dispuso en el corralón municipal como único espacio, que además genera un caldo de cultivo de enfermedades que pueden afectar a toda la población; por pedido de ATE, hace más de un año hubo un compromiso del intendente Beck de solucionar ese tema pero no hizo nada al respecto”.“Hemos pedido formalmente audiencia por nota y se niega a recibirnos. El paro es la medida extrema a la cual recurrir, pero si se niega al diálogo y nos cierra todas las puertas no nos deja otra opción”, finalizó González.Según fuentes municipales, la plantilla de empleados rondaría los 170 y, al parecer, no le dan los números para enfrentar los pagos.También deslizaron que habría hecho un acuerdo con una cooperativa local para que le adelante 200.000 pesos de futuros trabajos de empedrado y cordón cuneta con la intención de poder afrontar el pago de los salarios atrasados y también el aguinaldo, tal como marca la ley.





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