MONTECARLO. Conmocionado. Así despertó ayer Montecarlo una vez que la noticia ganó las calles. El ex concejal radical Mario Nicanor Cabañas (43) murió en horas de la mañana luego de recibir dos balazos en medio de un feroz tiroteo con dos hombres en el interior de su casa, en pleno microcentro de la localidad.En el enfrentamiento, el también empresario de los remises y funcionario del Pami local alcanzó a matar de tres disparos a uno de los agresores, que hasta anoche no había podido ser identificado. El tercer involucrado logró huir de la escena, aunque antes fue identificado por la madre de Cabañas: sería un ex chofer y presunto “socio” del polifacético ex edil, según reveló una fuente a PRIMERA EDICIÓN.Alrededor de sesenta efectivos de la comisaría de Montecarlo, de las dependencias cercanas y de la Unidad Regional III trabajaban anoche en busca del prófugo, quien habría llegado a la vivienda de Cabañas con la intención de cobrarle una deuda vinculada al negocio de los remises.Inesperado desenlaceLa Policía tomó conocimiento del hecho alrededor de las 7.20 de ayer, mediante un llamado telefónico realizado por la madre de Cabañas a la guardia de la comisaría local.Según le contó luego a los uniformados, se encontraba descansando cuando minutos después de las 7 escuchó una discusión que provenía de la habitación de su hijo. Caminaba hacia ese sector cuando escuchó varios disparos. Entonces, alcanzó a ver a un sujeto que escapaba de la escena a la carrera.Siempre según sus dichos, la mujer corrió hasta la pieza y se topó con el cuerpo de un desconocido, quien yacía sin vida sobre un charco de sangre, al lado de una pistola nueve milímetros marca “Astra”. Entonces, la testigo siguió sus instintos e ingresó a la habitación, donde chocó con la realidad: su hijo también estaba muerto. A un costado se encontraba un revólver calibre .38 marca Smith, que habría utilizado para ultimar al intruso.El testimonio de la madre de Cabañas resultó clave para los investigadores, no sólo para conocer la mecánica de los hechos, sino también porque la mujer alcanzó a identificar al hombre que alcanzó a escapar.Una fuente le contó a este diario que el sujeto sería un ex empleado de la víctima. Cabañas era dueño de una flota de al menos once automóviles tipo remís que circulan por la ciudad, uno de los cuales habría sido manejado por el sospechoso tiempo atrás. Y hay más. Es que los investigadores creen que el prófugo al parecer se había transformado en una especie de “socio” del ex edil en el negocio.De esa manera podría entenderse el pedido de dinero que la mujer aseguró haber escuchado de boca de los dos hombres que irrumpieron en la vivienda. Y por eso también en un principio se habló de un robo, teoría cimentada en que aparentemente los dos individuos dejaron revuelta la habitación contigua a la de Cabañas e incluso buscaron dinero en un maletín, que quedó abierto en el piso.Más allá de que todo apunta directamente a un ajuste de cuentas, los detectives prefieren no apresurarse y no descartan nada. Es que también existe la posibilidad de que efectivamente se haya tratado de un violento asalto y ese sospechoso prófugo haya actuado en realidad como entregador, ya que sabía que Cabañas movía una importante cantidad de efectivo a diario. Todo es materia de investigación.Una vez asegurado el área, efectivos de Criminalística de la UR-III llevaron adelante su labor. Allí secuestraron las dos armas y, al menos en principio, descartaron que la pistola nueve milímetros pertenezca a alguna fuerza de seguridad, ya que ninguna provee a sus efectivos de la marca en cuestión.Sobre la víctima que aún no pudo ser identificada sólo trascendió que tenía entre 35 y 45 años. Recibió tres disparos que le costaron la vida: uno ingresó por el abdomen, sin orificio de salida; otro por el hombro y con salida unos pocos centímetros por debajo; y el tercero, el más letal de todos, ingresó por el maxilar y salió por el tórax.Cabañas, en tanto, recibió dos balazos, ambos en la zona del abdomen y sin orificio de salida. Tenía también heridas contusodesgarrantes en la frente. Los investigadores suponen que podrían deberse a “culatazos” que recibió antes de reaccionar.Sobre la fuga del segundo sospechoso, los investigadores creen que contó con apoyo para esfumarse de la escena rápidamente. Es que tras el alerta, los móviles de la comisaría de Montecarlo recorrieron las diez cuadras que separan la dependencia de la escena en apenas segundos. Los policías alcanzaron a demorar a seis sospechosos que merodeaban la zona, aunque todos fueron liberados horas después al comprobarse que nada tenían que ver con el hecho.Mientras tanto, una docena de oficiales de la fuerza “copó” ayer por la tarde la cuadra céntrica en la que todo sucedió en busca de testimonios que permitan aportar mayores detalles a lo ocurrido. Es que en el relato de cualquier vecino puede estar la pista que arroje precisiones para esclarecer el drama que conmociona a Montecarlo. Un conocido de todos en una ciudad que anoche no salía del asombroCabañas era un reconocido vecino de Montecarlo que tiempo atrás había ocupado una banca en el Concejo Deliberante para la Unión Cívica Radical.Según le informaron las fuentes a PRIMERA EDICIÓN, hasta hace un mes el ex edil era director de la delegación del Pami en Eldorado. Sin embargo, semanas atrás fue trasladado a la oficina de dicho organismo en Montecarlo, donde cumplía funciones actualmente.En esa ciudad del Alto Paraná, donde vivió desde siempre, Cabañas compartía el techo junto a su madre. Allí había montado una flota de remises -tenía alrededor de once automóviles- que administraba desde los primeros meses del año pasado.Justamente a ese negocio apuntan los investigadores, en relación con su inesperado crimen.





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