ARISTÓBULO DEL VALLE. Un remisero oriundo de Aristóbulo del Valle vivió una madrugada de terror al ser abordado por dos delincuentes que se hicieron pasar como pasajeros para asaltarlo. Antes de abandonarlo en el medio de la nada, los malvivientes le provocaron lesiones de consideración al golpearlo en la cabeza con un matafuego y posteriormente apuñalarlo.Mientras el trabajador del volante era trasladado de urgencia a un centro asistencial de la zona, efectivos de la Policía de Misiones hallaron el automóvil que manejaba, en el que intentaron huir los malandras: se encontraba volcado en un camino vecinal de la zona rural.Anoche, al cierre de esta edición, los uniformados buscaban a los dos delincuentes, uno de los cuales hablaba con marcado acento paraguayo. Gracias al testimonio del remisero, los policías cuentan con características infalibles de los dos violentos individuos.Según informó el Departamento de Prensa de la Policía de Misiones, todo comenzó minutos después de la medianoche en inmediaciones de la Terminal de Ómnibus de Aristóbulo del Valle, donde como todas las noches se encontraba a la espera de clientes un remisero de 23 años, a bordo de un automóvil Fiat Uno.Repentinamente se presentaron ante el trabajador del volante dos individuos que le solicitaron un viaje hasta una estación de servicios de la zona. El joven conductor no sospechó nada raro, aunque a las pocas cuadras la pareja develó sus verdaderas intenciones al amenazarlo de muerte con un arma blanca.Los forajidos le “solicitaron” entonces que cambiara el destino y que pusiera “proa” rumbo a Picada Propaganda. El remisero aceleró entonces con ese rumbo.Cuando el Uno llevaba transitados varios kilómetro por ese camino vecinal -a unos cuatro de la ruta nacional 14 y un poco más del casco urbano de Aristóbulo del Valle- los ladrones lo obligaron a detener la marcha, tras lo cual se inició un forcejeo debido a la resistencia que ofreció el remisero. Fue entonces que para reducirlo, tomaron un matafuego y lo golpearon fuertemente en el rostro. No conformes con eso, le produjeron varios cortes en el brazo derecho.Fuera de combate, el remisero tuvo que contemplar desde el piso cómo los delincuentes aceleraban con el Fiat y se perdían detrás de una espesa cortina de tierra, en medio de la noche. Confundido, en estado de shock, inició entonces a pie el doloroso regreso a la ciudad.Llegó a la comisaría de Aristóbulo del Valle alrededor de las 2. Estaba sangrando, con sus ropas llenas de tierra y aún conmovido por lo que había vivido. Sacó fuerzas de donde no las tenía y les contó a los agentes de guardia lo que le había sucedido.El alerta resonó entonces en todas las radios policiales de la zona y se inició rápidamente la búsqueda del automóvil siniestrado. Uniformados de esa dependencia, de Investigaciones, del Comando Radioeléctrico y de Seguridad Vial de la Unidad Regional XI montaron un operativo que arrojó resultados positivos aún en la madrugada.El Fiat Uno fue hallado algunos kilómetros más adelante de donde el remisero había sido abandonado, todavía sobre Picada Propaganda, cerca de un cementerio de la colonia. Estaba volcado y no había mayores rastros de los delincuentes, que huyeron de la escena con poco más de 2.500 pesos y un teléfono celular.Mientras tanto, la víctima fue trasladada de urgencia al Hospital para las curaciones pertinentes. Quedó internado en observación debido al fuerte golpe que recibió en la cabeza con el matafuego.La Policía buscaba anoche a los delincuentes, quienes según la descripción aportada por el conductor eran de tez trigueña, estatura mediana y poseían cabellos cortos castaños. Según sus dichos, uno de ellos peinaba corte militar y era de contextura delgada. El otro hablaba con un marcado acento paraguayo. El paradero de ambos era un misterio.





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