BUENOS AIRES (Agencias y diarios digitales). Nueve policías fueron arrestados ayer y llevados a los Tribunales provinciales para declarar, luego de la huelga que realizaron en los últimos días y que derivó en una ola de saqueos.Los arrestos se realizaron entre la noche del viernes y la madrugada de ayer. Los nueve uniformados -entre ellos un comisario- declaraban anoche ante los fiscales Diego López Ávila y Adriana Giannoni. Así lo consignó la prensa local, que también deslizó que fuentes judiciales y policiales indicaron que podrían ser imputados del delito de sedición.Los investigadores, supervisados por el ministro fiscal Luis de Mitri, solicitaron a la ciudadanía que les envíen fotos y videos para así obtener elementos de prueba contra los policías que, desde el domingo a la noche, realizaron una protesta en el edificio donde actualmente funciona el sistema del 911.También se indicó que la investigación no tiene que ver con los saqueos sino con la actitud de la Policía, cuya medida de fuerza permitió que se concretaran los hechos de violencia que dejaron un saldo de al menos cinco muertos en la provincia. Los saqueos e incidentes se extendieron hasta el martes cuando los policías acordaron con el gobierno un aumento salarial que ubicó en 8.700 pesos de bolsillo el salario promedio a partir de 2014.En la provincia comandada por el kirchnerista José Alperovich, un joven murió mientras escapaba en moto con mercadería robada. Otro, de 33 años, murió en el hospital por lesiones con arma de fuego en el abdomen. Un tercero falleció por una herida de bala en la cabeza. Y un cuarto, de 30 años, murió al ser baleado aparentemente por vecinos que custodiaban un barrio de la periferia sur de la capital para evitar saqueos.“Control de las fuerzas”Y mientras la justicia indagaba a los policías en Tucumán, el jefe de Gabinete de ministros de la Nación, Jorge Capitanich, advirtió en Buenos Aires que “los grupos corporativos y los vestigios de la dictadura siempre están al acecho”, por lo que hay que “avanzar en la participación popular en el control de las fuerzas de seguridad”.“Es imprescindible democratizar el sistema de seguridad pública y garantizar transparencia para que las mafias enquistadas asociadas a la trata de personas y al narcotráfico sean desterradas. Porque los que deben proteger la vida, el patrimonio y la libertad no pueden ser los mismos que las promuevan”, apuntó Capitanich en un duro mensaje a las fuerzas policiales provinciales.Las declaraciones surgieron durante un encuentro de la organización kirchnerista “Carta Abierta” en la Biblioteca Nacional, que dirige el sociólogo Horacio González, también uno de los referentes del espacio de pensadores. A Capitanich se lo vio cerca del ministro de Trabajo, Carlos Tomada, el flamante legislador porteño del Frente para la Victoria Ricardo Forster y el saliente senador nacional Daniel Filmus. “La desigualdad debe ser reparada por un poder político que debe surgir de la voluntad popular. Por eso las corporaciones no se pueden apropiar de los gobiernos”, expresó el funcionario.Luego de que en varias provincias se sofocaran los conflictos con las policías locales, que despertaron la violencia social y provocaron saqueos, Capitanich reconoció que la última semana fue “difícil” y llamó a “democratizar el sistema de seguridad pública”.“Los que deben protegernos no pueden atentar contra la legítima defensa de los intereses del pueblo”, dijo el jefe de los ministros del gobierno de Cristina Kirchner. Y cuestionó a los medios de comunicación: “La revolución en paz de carácter institucional tiene que surgir de la conciencia popular, contra los grupos mediáticos que quieren generar un mensaje de carácter unidireccional”.





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