BUENOS AIRES (Medios Digitales). La presidenta Cristina Fernández mantuvo ayer un encuentro con los obispos en la residencia presidencial de Olivos. Sobre el encuentro llevado a cabo en Olivos, monseñor José María Arancedo afirmó que “fue un diálogo con mucha esperanza” en el que se habló de la lucha contra las drogas y de la crisis policial que afectó a varias provincias.En ese sentido, el presidente de la Conferencia Episcopal Argentina remarcó que “un conflicto policial no puede dejar huérfana a una ciudad”.“Esto no tiene que volver a pasar. Si hay dificultades, hay que dialogar y no llegar a esto, que puso en peligro la vida y los bienes de muchas personas”, sostuvo.“Fue un diálogo para buscar el encuentro y la paz de todos los argentinos, pero también le hicimos llegar nuestros deseos de feliz navidad y año nuevo”, detalló Arancedo.Satisfacción El presidente de la Conferencia Episcopal afirmó que la Iglesia le expresó su satisfacción a la presidenta Cristina Fernández por la designación del padre Juan Carlos Molina al frente de la Secretaría de Programación para la Prevención de la Drogadicción y lucha contra el Narcotráfico (Sedronar).Arancedo afirmó que en el encuentro con la Presidenta en la residencia de Olivos “se habló del Sedronar” y que a la iglesia le “parece correcto” que un padre “esté con la asistencia y acompañamiento” a los adictos, en una tarea que comparó con “una función pastoral” y “no haciéndose cargo del delito de narcotráfico”, porque dijo: “para eso están otras instancias del gobierno”.Consultado por la prensa sobre qué le respondió la Presidenta, Arancedo reveló que “ella dijo que quiere poner todo lo que esté a su alcance, por eso (eligió en ese cargo) al sacerdote que es conocido de ella” y opinó que “ha sido una respuesta de compromiso” para trabajar en la “prevención y en la asistencia” de las adicciones.Además del arzobispo de Santa Fe, del encuentro participaron el vicepresidente primero de la Conferencia Episcopal, monseñor Virginio Bressanelli, obispo de Neuquén; el vicepresidente segundo, monseñor Mario Antonio Cargnello, arzobispo de Salta; y el secretario general, monseñor Enrique Eguía Seguí, obispo auxiliar de Buenos Aires. Guillermo Olivieri, secretario de Culto de la Cancillería, también estuvo presente.Luego de la reunión con los representantes de la Iglesia Católica, la Presidenta recibiría a las autoridades de la Federación Argentina de Iglesias Evangélicas (FAIE), tras el pedido realizado desde esas instituciones en el marco de las charlas respecto de la actualidad del país.





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