BUENOS AIRES, (DyN)- El entrenador de Boca, Carlos Bianchi, admitió ayer que el año fue “mediocre” para su equipo al quedar lejos de cumplir con sus objetivos, e ironizó al afirmar que “se demostró” que él no tenía “el celular de Dios”.Tras reconocer que están “en deuda” con la gente, Bianchi remarcó que el equipo debe “hacer lo máximo” mañana ante Gimnasia y Esgrima La Plata para terminar el año con “otra cara”.“Nuestro año fue mediocre, no podemos esconder la cara. Estuvimos muy lejos de lo que pretendíamos cuando asumimos en enero. No tuvimos continuidad en el juego ni en las formaciones. No pudimos demostrar el mejor nivel y eso hizo que el equipo sea irregular”, destacó el técnico.Luego, con su habitual ironía, soltó: “Se demostró que el celular de Dios no lo tenía, que eran los jugadores los que ganaban los partidos y los títulos”. Por otro lado, aseguró tener “muchas más ganas de seguir trabajando de las que tenía en enero de este año”.Asimismo, el técnico no confirmó el equipo titular para la última fecha, pero es un hecho que Fernando Gago y Pablo Ledesma serán titulares mañana.





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