POSADAS. Pasó un día, pasaron dos, tres… una semana. Y nada, absolutamente nada. Definitivamente, la edición 2013 de la Estudiantina va camino a quedarse sin ganadores. Ayer se cumplieron siete días de la polémica asamblea en la que la Asociación Posadeños de Estudiantes Secundarios votó por anular el escrutinio y los organizadores del tradicional desfile se llamaron a silencio. Pese al hermetismo con el que se maneja APES con la prensa (prefiere la informalidad de las redes sociales y el boca a boca), se supo que ni el presidente ni el vice recurrieron a la Justicia, tal como lo habían anticipado, para denunciar las presuntas irregularidades en el conteo de los votos de los jurados. Tampoco habrían remitido informes al Consejo General de Educación, desde donde se habían interesado en dilucidar qué había ocurrido realmente. A todo esto, la actividad en los distintos colegios se está agotando, por la inminente culminación del ciclo lectivo. Para los chicos que participaron en la Estudiantina es una espina clavada en la garganta el hecho de que no se hayan coronado a los ganadores, pero en los últimos días prefirieron dedicarse a los libros y carpetas antes que volver a protestar por los resultados.Ya antes del cuestionado escrutinio y de la escandalosa asamblea, el manejo de APES había sido criticado por su desprolijidad. Pero el final de la novela terminó de encrespar los ánimos. Distintas voces ya se alzaron para pedir un replanteo de la manera en la que se conduce la asociación. Otras piden más intervención de los adultos. La edición 2013 marcará un antes y un después. Pero, por el momento, la actual conducción de APES parece no haberse aludido del papelón que le adjudican.





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