SANTO PIPÓ. Hace una semana, PRIMERA EDICIÓN dio a conocer la historia de dos pequeños hermanos, una nena de once y un niño de ocho años, abusados sexualmente por un hermanastro de 17 años que tendría problemas de adicción a drogas. El caso salió a la luz luego que las víctimas se animaron a revelar lo que estaban padeciendo -la nena contó que era violada desde los ocho años- a un familiar. Sin demora, este familiar acudió a la comisaría de esta localidad que dio intervención a la comisaría de Jardín América e inmediatamente la Justicia ordenó la detención del joven sindicado como abusador. En la actualidad, este está alojado en el Instituto Correccional y de Menores Varones de la Unidad Penal IV, en Posadas. Por su parte, por orden judicial, los hermanitos quedaron bajo el cuidado del familiar denunciante. Esta semana, los chicos contaron la pesadilla a la que eran sometidos en Cámara Gesell. Todo ocurrió en una precaria vivienda del barrio Apepú de Santo Pipó, ubicada en el camino hacia el basural. Situación de abandono Pero lo que preocupa a los vecinos de Apepú no es la actual situación de los hermanitos abusados, que al menos ahora están bajo el cuidado de un familiar a quien la Justicia le habría dado esta semana la custodia de un tercer hermanito; sino el estado del resto de sus hermanos que continúan sin asistencia de ningún tipo. “Después que se destapó todo, vinieron los trabajadores sociales al barrio y constataron cómo vive esta familia, pero después se fueron y nadie más volvió. Los vecinos estamos muy angustiados por estos niños, que andan solos, semidesnudos, sucios, malcomidos… en la casa vive la mamá de los chicos (Luisa), una nena de seis años, un nene de cuatro, un bebé de pocos meses y un joven de unos 24 años con síndrome de Down que está lleno de pique; además, una hija (Cristina) de la mujer que a su vez tiene dos nenas pequeñas y un bebé de siete meses con graves problemas de salud (hidrocefalia). Según contaron los vecinos a PRIMERA EDICIÓN, ninguno de los niños de esta familia asistió este año a la escuela, “a principio de año iban pero después dejaron de hacerlo. Estos chicos están a la deriva, se van a criar sin estudios, ‘judeados’ por todo el mundo… ¿qué clase de personas van a ser el día de mañana?”. “No se puede esperar más”Ninguna de las dos madres trabaja, “Luisa subsiste con lo que cobra de pensión por madre de siete hijos y su hija Cristina con lo que recibe por Asignación Universal por Hijo (AUH). Los padres de los chicos van y vienen pero, a juzgar por el estado en que se encuentran, ninguno se hizo cargo. Los vecinos vemos esta situación y nos desesperamos para que los chicos reciben ayuda. Fuimos a la Municipalidad y nos dijeron que van a ayudarlos pero hasta ahora no vino nadie. La situación es crítica, no se puede esperar más para intervenir…uno escucha por la radio que hay un montón de programas para asistir a los chicos ¿y dónde están? ¿Dónde están las personas que tienen que hacerse cargo de contener a estos chicos?”, se preguntaron los vecinos en diálogo con PRIMERA EDICIÓN. Según las personas consultadas, las tías de los chicos no estarían en condiciones de hacerse cargo de todos ellos porque también tienen que criar y mantener a sus propios hijos. “Nosotros no sabemos cuál es la solución para contener a esta familia, pero creemos por lo que vemos que los chicos van a estar mejor al cuidado de otras familias que realmente los cuide, los alimenten, los manden a la escuela y los quieran”.





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