POSADAS. “Historia repetida, violencia conocida. Ni los propios chicos de la escuela cuidan sus cosas”, aseguró el director de la Escuela 809, que está el corazón del barrio A-4 de esta ciudad. El establecimiento educativo fue víctima en reiteradas ocasiones de los vándalos e incluso de los propios alumnos, quienes destruyen los mobiliarios escolares. Desde la dirección escolar aducen que los problemas comenzaron hace mucho tiempo, pero cada vez que llega el fin del ciclo lectivo, son más reiterados los actos de violencia para con los útiles y muebles de la escuela. Esta semana, el director abrió las puertas de varios grados, la biblioteca y la dirección y se encontró con una imagen conocida: “Todo revuelto, los libros en el piso, desordenado. Un desastre”, indicó el docente, quien mantuvo una entrevista con PRIMERA EDICIÓN y también mostró los destrozos que hicieron los jóvenes la noche anterior. “Lo que más me molesta es que solamente lo hacen para provocar, porque no se roban nada, sólo hacen desorden, rompen los libros, útiles, elementos que para nosotros son muy importantes”, aseguró Mattos, quien dialogó con los padres de quienes él presume serían los vandálicos, pero “no nos escuchan, algunos nos dicen que sus hijos no fueron y otros simplemente que no pueden más con los chicos. Y nosotros necesitamos la ayuda de los padres para frenar la violencia”, admitió. Ejemplo de familiaMattos considera muy importante contar con el apoyo familiar, en especial de aquellos papás que todavía pueden controlar a sus hijos, “ya que muchos que nos dicen no sé qué hacer con fulano o mengano, y nosotros (los docentes) no tenemos una respuesta certera, solamente complementamos lo que se enseña en la casa”, manifestó el director y agregó que “el papá debe ser el primero en dar el ejemplo, todos los días tenemos situaciones difíciles y complicadas de atender. El tema es que cuando llamamos a una reunión con los padres, son pocos los que vienen, participan, la gran mayoría no asiste”. Para Mattos, “son chicos de la zona nomás los que ingresan de noche. Si bien contamos con el apoyo de la Policía, ellos nada pueden hacer porque cuando se van, los jóvenes ya ingresaron de nuevo”. “No queremos tomar medidas extremas ni sanciones, a veces nos dicen que tenemos que suspender a algún niño si sabemos que fue él. Pero no es nuestra política, porque con una sanción nada se soluciona, al contrario se van de la escuela y jamás regresan”, señaló el docente.Esta semana “le pedimos al ministro de Educación una ayudita para poder colaborar con arreglo del muro perimetral. Todas las semanas aparecen vidrios (de puertas y ventanas) rotas”, cerró.




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