BUENOS AIRES. La actividad industrial en septiembre sufrió una caída del 0,8% y en los primeros nueve meses del año un crecimiento de apenas 1,1%, según un informe que publicó iEco. El estancamiento en la producción manufacturera que se observó a lo largo de este año (y también de 2012) contrasta con los primeros años de la posconvertibilidad, en los cuales la industria creció, igual que el resto de la economía, a tasas chinas creando millones de nuevos puestos de trabajo.Pero en este proceso hubo claramente dos etapas. El primer período virtuoso perduró hasta 2008 e incluyó un fuerte componente de sustitución de importaciones, ayudado por un tipo de cambio alto y competitivo. El auge fabril inicial se interrumpió con la crisis mundial de 2009 y desde entonces, el rol de la industria como principal locomotora de la economía fue reemplazado por la construcción y otros servicios, como las finanzas y las telecomunicaciones.Aunque entre 2002 y 2012 el producto industrial se duplicó, su participación en el PBI (Producto Bruto Interno) total perdió relevancia. El año pasado llegó a representar el 14,8%, en baja respecto del 16,8% que logró en 2004 y muy lejos del 22,9% que alcanzó en 1974, el punto más alto de la serie.Desde hace al menos dos años la industria se topó, además, con otro fuerte límite a su expansión: la restricción externa. Exportar es mucho más difícil, por eso, el déficit comercial del sector manufacturero se agranda año tras año.





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