POSADAS. Luego de conocer los desmanejos que por diez años ocurrieron en la gestión del ex intendente de El Soberbio, Alberto “Coleco” Krysvzuk, muchos se preguntaron: “¿Qué hizo el Tribunal de Cuentas durante todo ese tiempo?”. “¿Cómo no se pudo detectar y frenar antes ese despilfarro de los bienes públicos?”. “¿Qué mecanismos de control y sanción tiene el organismo ante estos hechos?”. Y en ámbitos políticos se comenzaron a mirar a otras gestiones, como la de Carlos Flores en Candelaria, Luis Ripoll en Garupá, Waldomiro Dos Santos y Norberto Aguirre en Eldorado.Al parecer, las autoridades del Tribunal acusaron recibo y movieron los expedientes. A mediados de este mes, puntualmente el 15 de octubre, aprobaron la resolución 365/2013 a través de la cual establecieron el procedimiento para controles “in situ” en los municipios, que deberán ser tres por semana.Se establece el trámite interno por el cual, la Vocalía División Municipalidades deberá disponer el control, trimestre y fecha; con siete días de antelación programar la verificación a tres municipios por semana (que estén cercanos entre sí para facilitar el traslado); la presidencia asignará chofer, vehículo y viáticos.En ámbitos políticos se escucha que muchos intendentes tienen iguales o incluso peores gestiones y desmanejos que los ocurridos en El Soberbio y a pesar de ello, por tener buenas relaciones con la provincia y con los concejos deliberantes, permanecen en sus cargos sin inconvenientes.Hace algunos meses se conocieron sanciones que aplicó el organismo de control a una importante cantidad de intendentes, por sumas económicas (multas) irrisorias. Por ejemplo, se escuchó de parte de los concejales de El Soberbio que el despilfarro de Coleco podría acercarse a los 25 millones de pesos, pero a los intendentes que no presentaron sus balances se los multó con menos de tres mil pesos a cada uno.Sin rendir cuentasEn 2009 la mitad de los intendentes de Misiones (más de 40) no rindió cuentas en uno de los trimestres; luego en 2010 17 intendentes fueron multados con mil pesos de sanción por no rendir cuentas. Asimismo, en el 2011 se aplicaron multas de entre 500 y 2.000 pesos a cincuenta intendentes incumplidores, la suma menor a quienes no rindieron durante un trimestre y la suma más elevada a quienes reincidieron en el mismo año.En tanto que el año pasado, por resolución 274/12 del Tribunal de Cuentas, se reiteraron las multas a los intendentes incumplidores que desde el 2011 debían sus presentaciones. Fueron en total 29 intendentes, además de otros 34 sancionados por no rendir trimestres incluso de 2009.Ante semejante escenario de incumplimientos, algunos consideran que el Tribunal de Cuentas o no ejerce sus funciones o debería endurecer su política de control y sanción.Desde este organismo explicaron que en el caso de Krysvzuk y otros, envían permanentes notas e intimaciones cuando se registran atrasos, para que los funcionarios se pongan al día; pero que debido a la autonomía de los municipios, no pueden excederse en sus funciones.Desde la oposición, en tanto, se reclama penas más duras para los incumplidores, teniendo en cuenta que muchas veces se desvían dineros que deberían servir para paliar necesidades de la comunidad o de sectores sociales marginados.O incluso que los dineros desviados sirven para volver a ganar elecciones, convirtiendo todo el sistema político en una rueda perversa y maquiavelista.





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