POSADAS. Imposibilitado el gobernador Closs de buscar otro mandato, las diferentes vertientes internas del Frente Renovador comenzarán mañana mismo el operativo para posicionar a su referente de cara a la sucesión en 2015.En el Gobierno nadie quiere hablar en público de lo que va a suceder en los próximos meses. El resultado de los comicios legislativos de hoy será determinante para la carrera de muchos dirigentes políticos.Los ministros Néstor Ortega, Jorge Franco, Joaquín Losada, Luis Jacobo y Horacio Blodek; además del titular de Vialidad, Julio Duarte; la presidenta del IPS, Sandra Montiel y el presidente de Emsa, Sergio Ferreira podrían eyectar de sus cargos si la renovación logra introducir solamente un diputado nacional. Pero si finalmente consiguen el objetivo de ser reelectos Alex Ziegler y Silvia Risko, el triunfo podría aplacar el malhumor y demorar los cambios.Pero al margen de los resultados de hoy, hay sectores que ya vienen trabajando para posicionar a su referente y obtener el consenso de los dos líderes del partido para ser el representante que aspire a darle continuidad en el poder al Frente Renovador dentro de dos años.El desgaste político natural luego de diez años de gobierno le juega en contra y se deberán mostrar verdaderos recambios dirigenciales y de métodos para convencer al electorado misionero, que en los últimos meses ha votado solo un tercio a la Renovación, repartiendo los dos tercios restantes entre las alternativas opositoras.Dentro del esquema político oficialista aparecen, al menos, media docena de dirigentes que se anotan en la línea de largada para suceder a Closs, tanto radicales renovadores como del sector peronista.La decisión, como en ocasiones anteriores, se toma en lo más alto de la conducción. Algunos pueden no estar de acuerdo pero la gran mayoría acata, como ocurrió en 2007 cuando Rovira decidió que Closs sea el candidato de la continuidad, provocando un quiebre y el alejamiento de un importante fragmento encabezado por Pablo Tschirsch, quien luego cayó derrotado por el candidato elegido por Rovira.Ahora el escenario sería más favorable a los renovadores peronistas, que después de ocho años de tener un gobernador de origen radical exigen para alguien de su extracción partidaria el Sillón de Lanusse.En esa línea, desde mitad de año se escucha de boca de algunos operadores clossistas la intención de posicionarlo a Alex Ziegler como el candidato que mejor mide en las encuestas para reemplazar a Closs. Creen que un buen resultado en los comicios de hoy lo dejaría en la primera línea de largada. En la otra vereda descartan totalmente la posibilidad de continuar con un radical en el gobierno y sostienen que “será Rovira o quien él decida” porque ahora le corresponde al sector peronista.Sin embargo, la alternativa que crece con fuerza desde hace ya un buen tiempo sería la del vicegobernador Hugo Passalacqua, quien sólo podría aspirar a cuatro años debido a que llegará con cuatro años como vice.Hoy por hoy, Passalacqua sería el candidato de consenso de Rovira y Closs, su imagen negativa es baja y se lleva bien con todos los sectores. Más allá de que no sea el mejor posicionado en las encuestas, el acuerdo de los dos sectores es lo que priorizarían para evitar que la interna los devore por completo. Los dos referentes del Gobierno no quieren jugar con fuego y saben que hay desgaste y divisiones debajo de cada baldosa.En tanto que también se anotan Sandra Giménez, quien cree que luego de ser vicegobernadora y senadora hizo méritos suficientes; Orlando Franco, luego de dos períodos de intendencia y hasta Oscar Thomas, que tiene como carta de presentación la administración de las obras de Yacyretá en la capital provincial. Lo cierto es que si la carrera electoral para reemplazar a Closs se largara ya, Passalacqua sería el mejor posicionado, aunque pese a ello recibe críticas internas por no tener militancia, por su bajo perfil en las gestiones donde estuvo y porque lo consideran “muy tibio”.La relación con la NaciónMás allá de las tensiones que se generan, por los criterios de administración de la provincia entre los dos sectores, hoy en día, el principal motivo de diferencias entre Closs y Rovira pasó a ser la relación con el Gobierno nacional.Closs ejecuta la política día a día y está demasiado vinculado al Gobierno nacional como para intentar despegarse. Además, quiere terminar con buena imagen su gestión y tomar distancia no le conviene por varios motivos: primero porque le podrían reducir la ayuda económica al punto de llegar a complicarle los números de su gestión; y porque luego de identificarse abiertamente con políticas kirchneristas durante tanto tiempo, no quiere abandonar el barco cuando se hunde y quedar señalado como “oportunista”. En tanto, el rovirismo está pensando más allá y considera que el ciclo kirchnerista estaría terminado después de 2015, por lo cual se deberían entablar relaciones estratégicas a mediano y largo plazo.





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