POSADAS. Hasta ayer al mediodía se llevaban registrados 77,1 milímetros de lluvia sobre la capital provincial -desde la noche del jueves-, una marca para nada exagerada con relación a otros fenómenos que se dieron en los últimos tiempos y en los cuales se superó esa cifra con creces en pocas horas. Sin embargo, los vecinos de la chacra 109 volvieron a padecer un viejo problema, el desborde de las zanjas a cielo abierto de las principales calles del barrio, obras que según afirman, “hace mucho tiempo que nos vienen prometiendo” pero que hasta el momento no se concretaron.A media mañana de la víspera, con una lluvia tenue, los profundos surcos que atravesaban la calle Luzuriaga, a la altura de 20 de Junio, evidenciaban que allí el agua había sobrepasado con fuerza el nivel de las canaletas, que en realidad son profundas zanjas con más de un metro -casi dos metros en algunos sectores-. Siguiendo hacia la avenida López y Planes, en Allain el agua seguía corriendo, “esto siempre es así, no es nada nuevo, pero decidimos hacerlo público porque no podemos seguir esperando más tiempo sin ver un avance, porque sentimos que nos están tomando el pelo”, manifestó Roberto M., un vecino que hace muchos años reside en la zona.Con paraguas y pilotos, recorrieron y explicaron a PRIMERA EDICIÓN el tramo que según afirman es el más complejo. “Coincidencia o como quieran llamarlo, pero a partir que abrieron un gran supermercado sobre la Tacuarí, donde hicieron un trabajo de canalización, el agua nos llega en mayor volumen los días de lluvia. Hay casas que están por debajo del nivel de la calle y se inundan por completo”, apuntó Ramona, otra de las presentes.Pero el problema no termina allí sino que continúa más abajo, porque el recorrido de las canaletas vuelca toda el agua directamente sobre la avenida 115, que la cruza hasta chocar con el boulevar y termina en una boca de tormenta que no da abasto en el semáforo de López y Planes.“Acá hay una realidad, ya vinieron los técnicos, ingenieros y arquitectos de distintos organismos en varias ocasiones y nos dijeron que se encargarían de arreglar el tema, pero nunca se avanzó y todo sigue igual. Hicimos nuestras propias consultas y sabemos que no alcanza con entubar las canaletas, hay que hacer un trabajo más importante, realmente de canalización en toda su expresión, pero no es culpa nuestra. Queremos dormir tranquilos y no con el peligro latente que cuando llueve nos podemos inundar ”, resaltó Roberto.





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