POSADAS. ¿Cómo se puede explicar que un adolescente sano, un estudiante lleno de vida termine hospitalizado la madrugada del domingo? Un coma alcohólico o un politraumatismo a causa de un accidente de tránsito son dos situaciones lamentables, que poco se previenen y que tiene como principales protagonistas a los jóvenes.El doctor Germán Fernández, jefe de Emergentología del Hospital Juan A. Fernández de Capital Federal presentó en Misiones dos conferencias destinadas a estudiantes de nivel secundario para reflexionar acerca de los peligros que acarrea la “moda” de beber alcohol hasta perder el conocimiento y/o, manejar en estado de ebriedad.Invitado por la Fundación OSDE y Vialidad Nacional, disertó en el auditórium del Instituto Montoya -el miércoles- y en el Instituto Superior Adolfo Kolping de Puerto Rico.En diálogo con PRIMERA EDICIÓN, Fernández se refirió a la actualidad de los siniestros viales en Argentina y a la incidencia del consumo de alcohol en la población joven.“Afortunadamente hay un descenso de los accidentes viales en las rutas porque hay más controles, en eso hay que destacar el trabajo que está haciendo la Agencia Nacional de Seguridad Vial. Pero por otro lado, algo que no se logra controlar es el consumo de alcohol en los jóvenes, lo que significa un alto riesgo de accidentes y muerte”, indicó.“Cada fin de semana largo, abrís el diario y ves tres o cuatro muertos por un choque, y quedan familias destruidas. Y por cada muerto, se cuentan otras diez personas con heridas muchas veces irrecuperables, y eso es muy terrible”, agregó.“El alcohol en la población joven aumentó muchísimo. Estamos viendo un incremento en la ingesta, no es el alcoholismo crónico sino la ingesta de grandes cantidades de alcohol durante el fin de semana”, dijo.Conductor designadoLa actual campaña de una marca muy conocida de cerveza presenta la figura del “conductor designado”, es decir, el elegido en un grupo de amigos que cuando salen a bailar no toma alcohol, así puede manejar el auto sin poner en riesgo a él ni a sus amigos.“Esa es una iniciativa muy buena, y en varios países se ha implementado”, señaló Fernández. La idea es que la designación del que conduce vaya rotando, así no le toca siempre al mismo. “Otra opción es que uno como padre sea el que vaya a buscar a sus hijos a la salida del boliche, porque es preferible ir a buscarlos ahí y no a la morgue. Suena un poco drástico, pero es así”, agregó.Sobre el conductor designado dijo que “es una buena estrategia para preservar la vida de los jóvenes, es lo más inmediato, porque lo que intentamos revisar también es esta cultura que asocia la diversión con el alcohol, como si fuera que alguien no se podrá divertir si no consume alcohol o alguna droga”, dijo el especialista, quien es director médico del ITLS (International Trauma Life Support) para la República Argentina. El rol de los padresEn relación a este cambio cultural que se debe ir haciendo para comprender que no necesariamente hay que emborracharse, perder el control para divertirse, indicó que “el rol de los padres es muy importante, son los primeros responsables”.“Lo primero es explicar que el alcohol y la diversión no tienen nada que ver. Con eso no vamos a lograr que dejen de tomar, pero al menos es empezar a hablarlo en la mesa, en familia. Los padres tenemos que asumir nuestra responsabilidad y repetir una y otra vez a nuestros hijos que se cuiden, que no deben conducir si tomaron alcohol y que no se suban al auto de alguien que ha bebido”, dijo.





Discussion about this post