POSADAS. “No me queda otra alternativa que hacer pública esta historia, porque le puede pasar a cualquier persona y no debería repetirse. Sé que la Justicia tiene sus tiempos, pero ya pasaron veinte años, la vida se escurre y todavía añoro poder estar en la casa de mi madre, donde yo también vivía…es una cuestión de afecto, sentimental, es un capítulo que necesito cerrar en mi vida”, comenzó explicando Elly Soria Ramírez, una de las principales protagonistas de esta historia, que habla de la usurpación de una casa, la de su mamá Ilda, donde creció, en la zona de López y Planes y Las Heras, y que -según cuenta- le fuera usurpada.Elly reside actualmente en San Lorenzo (Paraguay), donde se estableció en 1993 y lugar al cual invitó a su madre, una docente jubilada, para que la acompañe a vivir. “Costó convencerla en ese entonces, porque ella tenía su despensa, Tierra Colorada, era conocida por los vecinos del barrio, era solidaria, incluso les acercaba ropas, un plato de comida a los que menos tenían… era muy querida, entonces le costaba tomar la decisión de irse a vivir conmigo, pero finalmente aceptó, ella estaba muy solita”, recuerda Elly.Un olvido “fatal”Ilda hizo su mudanza a suelo “guaraní” pero olvidó una mascota que tenía, un ave que la acompañó durante mucho tiempo, entonces le pidió a su hija regresar a Posadas, pero por esas cosas del destino, nunca llegó a destino, debido a que la camioneta en la que viajaba recibió el impacto de lleno de otra que intentó desviar a una vaca que se desplazaba lentamente sobre la calzada, a la altura de San Cosme. “El otro vehículo era conducido por un odontólogo de Posadas, intentó también desviar la camioneta donde iba mi madre sentada atrás, pero impactó en esa puerta…ella murió desnucada. Allí se me vino el mundo abajo, me sentí culpable, entré en un cuadro depresivo del que me costó salir, llegaba hasta Encarnación y no me animaba a cruzar, fueron días difíciles”, rememora Elly.La casa de López y Planes y Las Heras había quedado cerrada y así permaneció durante meses. “Después de ese golpe anímico tan fuerte, tomé fuerzas y decidí regresar al lugar donde mi madre había pasado toda su vida. Allí me encontré que estaba ocupada por una familia, supuestamente un comprador de buena fe, que lejos de aceptar toda la documentación que le mostré y que acreditaba que realmente que yo era la dueña, salió, me empujó y nos echó. Fue durísimo, me generó mucha impotencia. Así no me quedó otra alternativa que hacer toda la presentación en la Justicia para acreditar que todo lo que decíamos era cierto, tuvimos que poner abogados y nosotros viviendo allá, en Asunción, un trastorno completo, por algo que nos quitaron sin miramientos, porque nos despojaron de algo legítimamente nuestro”. Desde entonces comenzó un peregrinar judicial que pareciera no tener fin. La documentación que exhibe, fue presentada ante la Justicia y data de 1996, con varias instancias ya transcurridas y tramitadas en el Juzgado Civil 8. “Lo sorprendente de esto es que ahora ya hay otra gente viviendo en la casa, que dice que está hace dos años en esa casa. Entonces me pregunto ¿hasta cuándo puede extenderse esto? No pongo en duda el accionar de la Justicia, pero también quiero que entiendan que no estoy intentando apoderarme de algo que no me pertenece sino que es mío. Pasaron muchos años desde ese momento y todavía esto pareciera que va para largo. Así como me ocurre a mí, esto puede llegar a pasarle a cualquier persona y eso no debiera ser así. Quiero simplemente celeridad en esto y así cerrar un capítulo importante en mi vida”. Nuevosintrusos“Yo pago los impuestos de esa casa, tengo al día Rentas y Municipalidad. Ellos, los usurpadores, intentan justificar con chicanas de sus abogados ante la Justicia que hicieron mejoras durante el tiempo que ocuparon hasta que yo vine a querer entrar ¿y ellos cuánto tiempo vivieron sin pagar un peso en una casa que no es suya? Tengo el título de la propiedad, los planos de la vivienda (los exhibe), tengo todo en regla”, manifestó Elly Soria Ramírez, refiriéndose a la propiedad de Las Heras y lópez y Planes.También agregó que “ahora la casa tiene nuevos ocupantes, una pareja joven. Hablé con ellos y me dijeron que una docente de una escuela de Lavalle y Almirante Brown les alquiló. Me tomé el trabajo de averiguar en qué condiciones están, porque a simple vista tienen agua y luz, incluso hablé con ellos. El agua está con una conexión clandestina, la traen desde varios metros más allá. Y la luz me fui a Emsa para ver cómo figuraba, porque ellos exigen mil requisitos para bajar la luz, entonces ¿cómo era posible que le den luz con medidor y todo? pero no me quisieron decir. Allí me planté, exponiéndoles todos mis argumentos y documentación y terminaron mostrándome que con dos testigos acreditaron que ellos vivían ahí, con eso alcanzó para que le bajen la luz a desconocidos en mi casa”.





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