POSADAS. Según un informe del Observatorio Pyme, en el segmento de las pequeñas y medianas firmas industriales se observa una alta rigidez en la sustitución de importaciones. Esto se debe a que el sistema de control de importaciones, vigente desde febrero de 2012, para el 42% de las pymes del sector “únicamente dificulta la importación de insumos y bienes de capital industrial”. En tanto, otro 12% de las firmas solamente se ve beneficiado por el efecto proteccionista, y en un 22% de los casos el efecto combinó los puntos anteriores (protege y dificulta a la vez la importación de bienes). Y, finalmente, en el 24% restante de los encuestados estas medidas no tienen impacto.En el informe se analiza la relación entre la evolución del tipo de cambio real y la proporción de pymes industriales exportadoras. El sistema de control de importaciones afecta a las empresas ya que las que más exportan también son las firmas más importadoras, por la utilización de insumos, materias primas y maquinarias. El informe destaca la necesidad de tener una visión estratégica de mediano plazo a la hora de administrar las importaciones, especialmente las de uso industrial, clave para mantener la producción local y cuidar los mercados internacionales.Importaciones frenadasA comienzos de 2013 el Gobierno nacional derogó el régimen de licencias no automáticas a la importación y dio a entender que se flexibilizaría el ingreso de todo tipo de productos al país. Sin embargo, durante la primera mitad del año hubo miles de denuncias por importaciones frenadas y algunas industrias aseguran que el problema se ha agravado. Para colmo, no cayeron bien entre los exportadores los beneficios que logró del Gobierno la petrolera Chevron, que le permitirán exportar el 20% del petróleo que extraiga sin pagar retenciones si invierte más de U$S 1.000 millones.Dirigentes y profesionales del sector empresarial cuestionaron la política de importaciones del Gobierno y criticaron la repercusión sobre las economías regionales. Actualmente permanecen vigentes las Declaraciones Juradas Anticipadas de Importación (DJAI), que exigen una importante cantidad de información de la operación a realizar. Luego, es la Secretaría de Comercio Interior liderada por Guillermo Moreno la que decide qué producto entra y cuál no. Mario Bustos Carra, gerente general de la Cámara de Comercio Exterior de Cuyo, indicó que existen muchos casos de importaciones trabadas. “Hay gran desconcierto entre los empresarios porque no se conoce con exactitud cuáles son los criterios para que un producto pase y otro no”, señaló.Por su parte, Daniel Ariosto, presidente de la Unión Comercial e Industrial de Mendoza (UCIM), entiende que “algunos industriales están justificando el ingreso de piezas que son indispensables para su actividad y no se fabrican en el país. Incluso así no han podido entrar esas partes”, protestó.También se mostró en desacuerdo Rodrigo González, economista de Fundación Ideal, quien repasó cuáles fueron los motivos que dieron origen a las medidas restrictivas. “El problema de fondo es que la economía argentina ha dejado de generar los dólares necesarios para sostener el tipo de cambio en su nivel oficial”, explicó. El experto recordó que ante esta situación el Gobierno aplicó variadas regulaciones que apuntaron a evitar la fuga de divisas, como la prohibición de compra de dólares para ahorrar, el cepo a la utilización de dólares para adquirir inmuebles y las licencias generalizadas a las importaciones, entre otras.Queda claro entonces, que las restricciones a la importación no fueron aplicadas con el objetivo de “proteger a la industria local”.“Las DJAI no tienen nada que ver con un plan de desarrollo pensado para el largo plazo. Tienen más que ver con medidas de emergencia que pretenden pasar la coyuntura. Por ello, se da la absurda situación de limitar el acceso de bienes intermedios (maquinarias, insumos) que en muchos casos no producimos”, comentó. El economista destacó que sin trabas a las importaciones, la industria creció al 8% en 2010 y 2011; con trabas a las importaciones la industria decreció más de 1% en 2012; y este año crece apenas 1%. “Podría beneficiarse alguna actividad con el cepo a las importaciones, pero no responde a una estrategia sostenible en el tiempo”, aseguró.Los más afectadosLa restricción a las importaciones no afecta a todos por igual. Según los expertos, las mayores complicaciones a la hora de importar las siguen sufriendo aquellos productos que antes eran frenados por las licencias no automáticas (eliminadas parcialmente el 25 de enero de 2013). Entre los rubros más afectados, los expertos coinciden en señalar insumos secos para vitivinicultura, repuestos para camiones y mochilas escolares, entre otros productos, aunque algunos señalan que sólo tienen contacto con una pequeña parte de lo que significa el negocio importador y exportador. En representación de la industria vitivinícola habló Juan Carlos Pina, gerente de Bodegas de Argentina. “No hay insumos que no entren, pero las demoras son muy grandes y se generan muchos costos extra”, explicó.Por el sector del transporte de cargas habló Carlos Messina, titular de Transportes Messina. “Hay mucha dificultad para importar repuestos. Algunas veces no se consiguen y en otras ocasiones nos vemos obligados a aceptar una determinada marca”, comentó el empresario en declaraciones a Los Andes.Más allá de los problemas internos que intenta resolver el Gobierno argentino, la decisión de restringir el ingreso a las importaciones provoca efectos mucho más allá de los límites del país.Desde que se implementaron las DJAI (febrero de 2012) hasta hoy, se acumularon protestas de diferentes países que buscaban comercializar libremente con Argentina. Tal es el caso de Estados Unidos, país que presentó una queja formal ante la Organización Mundial de Comercio (OMC) por “discrecionalidad” en las trabas a la importación aplicadas por Argentina.También la Unión Europea se dirigió a la OMC para cuestionar la política comercial de Argentina. Esto sucedió en mayo del año pasado, en medio de la tensión con el continente europeo por la entonces reciente expropiación de la empresa YPF.Por su parte, países suramericanos como Brasil, Chile, Colombia y Paraguay, también protestaron al no poder ingresar libremente sus productos al país. En el caso de Paraguay, el Gobierno de ese país acudió a los organismos internacionales por los “excesivos” controles realizados por la Aduana argentina.





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