PIÑALITO NORTE, San Antonio. Rosa Mendoza es una mujer fuerte, tiene 31 años y en su joven vida ha debido afrontar circunstancias difíciles y las ha superado con entereza. Sabe que la vida es dura, pero también que de nada sirve doblegarse y caer, lo aprendió desde pequeña pues proviene de familia humilde y aún hoy el factor económico y la falta de recursos son una de sus batallas cotidianas, pero Rosa no se da por vencida nunca.La historia: soledad y dolorCuando estaba embarazada de Priscilla, Rosa fue abandonada por su marido y tuvo que solventarse sola, trabajar y cuidar de su hija sin ninguna ayuda, pero esa vida que llevaba adentro valía la pena, ese amor daba fuerzas para enfrentar al mundo si era necesario, y así lo hizo. Priscilla nació en perfectas condiciones y, hermosa niña, fue como un soplo constante de alegría en la sacrificada cotidianidad de su madre.Hace aproximadamente cuatro años ambas sufrieron un accidente de tránsito que les produjo severas lesiones: Rosa tiene platinos en su pierna, problemas en la cadera y un traumatismo en el cráneo que le produce problemas de visión y mareos, estuvo internada 28 días en el hospital de Eldorado mientras Priscilla, dada la gravedad de sus lesiones fue derivada a Posadas y luego a Buenos Aires, con fracturas varias y un fuerte golpe en la cabeza que le produjo una pérdida parcial de la visión de un ojo, que fue salvado gracias a la rápida y precisa una cirugía. Nueve meses postrada, Rosa tuvo que recomenzar su vida de otra manera, con su hija y las consecuencuas del accidente. “Fue uno de los momentos más difíciles de mi vida”, afirmó Rosa y añadió: “Yo internada en Eldorado y mi hija lejos, en Buenos Aires, además de los dolores que sentía, tenía la angustia de no poder estar con ella”.“Estuve 9 meses en silla de ruedas, cuando la fui a buscar a Buenos Aires yo estaba postrada todavía, por suerte las dos seguimos vivas”, dijo. Rosa siempre tuvo la esperanza de poder juntar el dinero para realizar la operación que su hija necesita, pero no lo ha logrado, ahora luego de consultar a un oculista quien le explicó que si no realiza la intervención pronto la lesión será irrecuperable está desesperada y no sabe adónde recurrir para procurar la solución:“Los médicos me dijeron que si Priscilla se opera puede recuperar la visión de su ojo, y el oculista me lo confirmó pero me dijo que hay un límite de edad para esa operación y ya estamos sobre él”, aseguró. Rosa reveló que “la operación no es cara, sale más o menos 4.000, 4.500 pesos, pero nosotros vivimos día a día, lo que ganamos durante el día lo usamos para comer a la noche, y en todo este tiempo no pudimos juntar para la operación. Tengo miedo de que pase la fecha y mi hija quede así”.Priscilla va a la escuela, cursa el quinto grado de la escuela primaria con mucho esfuerzo, sufre fuertes dolores de cabeza dado el esfuerzo que realiza para leer, ni siquiera dispone de los lentes necesarios pues el costo de ellos, según nos confió su mamá, es de 1.300 pesos, y también se les hace inaccesible.La nena necesita urgente la operación que le devolvería la visión del ojo izquierdo, luego de cuatro años de espera el tiempo se está acabando: “Sería muy injusto que mi hija pierda totalmente la vista por una cuestión económica”, dice Rosa.





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