EL SOBERBIO. El homicidio de la hotelera Nélida Kelm, por el momento, es una ecuación sin solución para los investigadores. Aunque ellos sostienen la esperanza de una pronta resolución en un celular hallado en el cordón cuneta de la avenida Rivadavia, que sospechan se le cayó a uno de los homicidas durante la fuga del escenario del crimen.El aparato, que conservaba los dos chips, se encontraba junto a la rueda de un colectivo de larga distancia, cuyos choferes decidieron pernoctar en el “Hotel Rivadavia”.Al parecer, estaba completamente mojado porque suele correr mucha agua por el cordón cuneta de la citada arteria.El celular fue trasladado, así como lo encontraron, a las dependencias de la Secretaría de Apoyo a Investigaciones Complejas (Saic), a cargo del abogado Fernando Castelli.Los detectives tienen la esperanza de que de las pericias al teléfono pueda surgir una pista que los conduzca a la identidad de los asesinos.El crimen de Nélida Kelm sucedió el martes pasado. Una teoría indica, en base al testimonio de un testigo que se alojó en el hotel, que habría sucedido alrededor de las 1.30. Pero hay otras hipótesis.La autopsia estableció que el deceso de la víctima se produjo por los golpes que sufrió en la región encefalo craneana.En cuanto al supuesto móvil del hecho, la Policía maneja por el momento una conjetura: la de un homicidio en ocasión de robo.Al parecer, Kelm acostumbraba a recibir mensajes de texto o llamadas al celular de interesados en rentar una habitación.Los asesinos habrían utilizado ese ardid para encontrarse con la mujer y atacarla a fierrazos sin chances a reacción.Con posterioridad, se dieron a la fuga con una suma superior a los $100.000, entre reales y billetes de la moneda argentina, que encontraron en la habitación en que vivía la hotelera. La causa está radicada en el Juzgado de Instrucción 3 de San Vicente, a cargo del magistrado Demetrio Antonio Cuenca.





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