BRASILIA, Brasil (AFP-NA). Las denuncias de espionaje practicado por Canadá contra el Ministerio de Minas y Energía de Brasil confirman que el motivo es económico, dijo ayer la presidenta Dilma Rousseff, quien afirmó sentirse “harta” y exigió a Estados Unidos y a sus aliados “terminar con esas acciones”.“La denuncia de que el Ministerio de Energía fue blanco del espionaje confirma las razones económicas y estratégicas detrás de estos hechos”, dijo la gobernante en su cuenta de Twitter.Rousseff dijo que el caso apunta a los intereses que Canadá tiene en la minería brasileña, por lo que la cancillería exigirá explicaciones. “Esto es inadmisible. Repudiamos la guerra cibernética”, expresó.El canal de televisión Globo reveló el domingo una supuesta presentación de la Agencia Canadiense de Seguridad en las Comunicaciones (CSEC por sus siglas en inglés) que muestra un esquema detallado de las comunicaciones de ese ministerio, incluidas llamadas telefónicas, correos electrónicos y navegación en Internet.Según Globo, los documentos fueron filtrados por el ex analista estadounidense Edward Snowden, quien obtuvo el documento en una reunión de junio de 2012 entre analistas de las agencias de inteligencia de Estados Unidos, Canadá, Reino Unido, Australia y Nueva Zelanda.





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