PUERTO IGUAZÚ. Una llamada al número de celular de Andrés Estepa, el cazador de 50 años que permanece desaparecido desde el 14 de agosto pasado, reactivó su búsqueda y la esperanza de saber qué pasó con él. Al parecer, un familiar -fuentes del caso indicaron que sería su sobrino- llamó a ese teléfono y se sorprendió al escuchar una voz del otro lado.Alcanzó a entablar una conversación con el desconocido, quien cortó la comunicación cuando escuchó quién lo llamaba.No obstante, la voz anónima alcanzó a decirle que se encontraba en la localidad de Comandante Andresito.El muchacho no tardó en comunicarse con la Policía que, tras consulta con la Justicia, allanó los domicilios de las últimas personas que vieron a Estepa en una zona de monte cerrado de Puerto Esperanza.Se trata de los ñandúes -como en la jerga se conoce a los hombres que patrullan y cuidan propiedades privadas para evitar intrusiones- que trabajaban para los propietarios del monte.La Justicia se trasladó con mayor expectativa hasta Comandante Andresito, donde se domicilia uno de los hombres, porque el celular del cazador se activó en esa localidad. Allí se procedió al secuestro de dos celulares.Sin embargo, el aparato similar al que utilizaba Estepa fue hallado en el domicilio del ñandú que reside en Wanda, el mismo pueblo del hombre desaparecido hace casi dos meses.Es un teléfono similar PRIMERA EDICIÓN dialogó ayer con el juez de Instrucción 3 de Puerto Iguazú, Juan Pablo Fernández Rissi, quien se mostró muy cauto a la hora de hablar del resultado de los allanamientos.“No secuestramos el celular de Estepa, sino uno similar. Las pericias determinarán si es de él o no, pero sería prematuro aventurarlo. Lo que sí puedo asegurar es que hay una persona, que sería pariente de Estepa, que afirma haber contactado con su celular y que la persona que lo atendió dijo estar en Andresito. Eso motivó los allanamientos”, consignó.El cazador desapareció misteriosamente el 14 de agosto pasado, en una zona de monte privado de Puerto Esperanza.Hasta allí lo llevó un amigo en camioneta, para regresar por él antes de que anocheciera.Cuando lo hizo, Estepa no estaba en el punto de encuentro.A pesar de que fue en busca de ayuda, desde entonces nada se sabe del paradero o condición del cazador. Derivaciones Los allanamientos a los domicilios de los dos hombres que vieron a Estepa por última vez dejaron dos aristas bien definidas.Por un lado, que la investigación comienza a centrarse en los ñandúes, un poco por aquello de que tuvieron contacto con la víctima por última vez y otro tanto, porque en la causa no aparece, ni siquiera por asomo, otra línea de investigación.La Justicia penal de Puerto Iguazú realizó dos allanamientos el martes. Secuestró tres teléfonos. Uno de ellos sería similar al que utilizaba el cazador, desaparecido hace casi dos meses en el monte de Puerto Esperanza.Los aparatos no tenían el chip de Estepa, pero serán sometidos a pericias para determinar si alguno es el que utilizaba al momento de su desaparición. Los allanamientos del martes se hicieron por un supuesto contacto telefónico con el chip de él.




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