POSADAS. En un barrio de Once (Capital Federal) Raquel Liberman fue explotada sexualmente durante diez años. Logró escaparse y denunció a los proxenetas, quienes fueron liberados 27 días después. Este caso ocurrió en 1930. Desde entonces miles de niñas, niños y mujeres sufren y sufrieron sometimientos similares, tras ser captados por redes de trata de personas.Con el fin de enlazar aquel hito histórico, jurídico y social con la lucha que se da hoy en día contra las redes de trata de personas, la actriz Mariel Rosciano trae a escena la obra teatral “En el nombre de Raquel” que se presentará hoy por primera vez en Misiones (ver recuadro). El unipersonal inspirado en la novela “La Polaca” de Myrtha Schalom (con su 9ª edición reeditada en marzo de 2013) rescata la historia de esta heroína, una inmigrante oriunda de Polonia que había sido vendida por su cuñada a una sociedad de proxenetas de Buenos Aires. “La historia de Raquel es muy similar a la que le puede estar sufriendo cualquier chica en la actualidad. Ocurrió hace casi 100 años y lamentablemente este delito sigue estando presente en nuestra sociedad y hoy es el segundo más rentable a nivel mundial”, señaló Rosciano en diálogo con PRIMERA EDICIÓN, destacando que Argentina es un país de origen, de tránsito y de explotación sexual de personas.Un tema urgente“La trata con fines de explotación sexual no se limita a villas miserias o a zonas de fronteras, o a los sectores más vulnerables. Las redes se han extendido y han mejorado sus estrategias de captación, y por eso creemos que es una problemática que nos tiene que ocupar a todos”, indicó Rosciano, quien hace quince años se inclinó por realizar obras de teatro sobre temática de género.Con la obra, estrenada hace tres años han recorrido distintos puntos del país y de Latinoamérica, actuando también en escuelas. “Creo que es importante repensar la sexualidad desde temprano, desde los trece años, que se hable de estos temas en casa y en la escuela. Y no solo de la trata vista desde las víctimas, sino replantearse el hecho de que los hombres deban pagar para tener sexo con una mujer, como si esto los hiciera más hombres. Porque probablemente detrás de esa mujer hay una situación de explotación, de proxenetismo”, agregó.De allí que, tras el crudo relato sobre la historia de esta heroína, la intención es abrir el debate con el público presente.“En estos tres años de recorrida con la obra, en que hemos tomado contacto con organizaciones sociales y gubernamentales que trabajan en esta problemática, vemos que se habla mucho de las formas de la captación de las mujeres, el “ablande” -una instancia en que son violadas reiteradas veces como para ir generando una resignación por parte de la víctima-, pero no vemos que se haga tanto hincapié en la prevención”, señalo la actriz, quien dado el interés por traer la obra a Misiones, decidió ceder sus honorarios para que se concretara.





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