POSADAS. Con el ánimo de retomar las tradiciones originarias de los pueblos guaraníes, ayer se cocinó “Jopará” (o yopará) comunitario en dos paseos públicos capitalinos. Por la mañana, en un día radiante y primaveral, los estudiantes de la carrera de gastronomía de un instituto local causaron sorpresa en los vecinos y paseantes mediante la preparación de un suculento y abundante potaje a base de locro y poroto, el conjuro para espantar la mala suerte. Atraídos por la simpática representación del karaí, un temible personaje de la cultura guaraní, quien acecha las casas por estos días, según la leyenda de esta región, también representó un atractivo singular. Cuenta la leyenda que se trata de un hombre petiso de ancho sombrero Lleva puestas unas ropas roñosas y, como ya dijimos, hace sonar su rebenque antes de entrar a espiar en las cocinas y en las ollas. Así pasaron las horas de cocción y cuando estuvo listo el guiso ensopado, cada vez más popular, los futuros chef compartieron porciones a los ocasionales transeúntes. Por la tarde, el reconocido chef Ivan Ortega junto con el Convivium Slow Food Posadas, deslumbró en la Bajada Vieja con una receta de alta cocina, también para ahuyentar al duende Karaí Octubre. Allí el convite fue aceptado con mucho gusto por los comensales. PRIMERA EDICIÓN lo entrevistó en la previa, cuando empezaban a pelar algunas hortalizas y cortar calabazas y zapallos en trozos. “Originariamente el Jopará nunca se hizo en cada casa, sino en comunidad. Era una comida que se preparaba con los ingredientes que cada familia podía aportar, ya que recién terminado el invierno, las huertas todavía no habían renacido. En aquel entonces se hacía el guisote con zapallos, mandioca, porotos y otros ingredientes que se podía encontrar en cada hogar. La finalidad es atraer la abundancia para las familias, ya que es la forma de ahuyentar al duende”, relató el talentoso chef. Riquísimo y tentadorLa receta que se cocino en esta ocasión es de Slow Food y de Doña Pomposa, la vecina más mítica de la Bajada Vieja. Se rehoga cebolla picada finamente en charqui, carne o chorizo. Se le incorpora ajo para completar el sofrito. A este caldo se le incorpora mandioca, zapallo, calabaza, morrón, zanahoria y otros vegetales verdes; se lo hierve todo junto con el maíz blanco y el poroto colorado ya cocinado 24 horas antes. Este riquísimo y tentador plato regional tuvo una organización anticipada, ya que todos los vecinos acercaron sus ingredientes a la capilla Virgen de Itapé con algunos días de anticipación. Esta es la primera vez que Ortega cocina en la Bajada Vieja, al aire libre y para los vecinos, aunque ya cocinó jopará comunitario varias veces, la más importante tuvo lugar hace cuatro años en la plaza mayor de las Ruinas Jesuíticas, en el marco de Cocineros Argentinos, un programa de la TV Nacional que recorre el país para recuperar las tradiciones culinarias de la Argentina.





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