OBERÁ. Una mujer de 47 años fue condenada en un juicio abreviado a doce años de prisión por obligar a su hijo de apenas cinco años a practicarle sexo oral. El caso, que salió a la luz el 2 de septiembre del año pasado, fue calificado por la Justicia como “corrupción de menores” y conmocionó a la localidad de San Vicente, teniendo en cuenta que justamente quien debería haber protegido al niño le hacía vivir un tormento inimaginable. En el marco de la investigación judicial la acusada confesó que los abusos sexuales eran perpetrados en forma reiterada. La “madre”, admitió durante su declaración que los vejámenes al pequeño comenzaron en los campamentos de tarefa (donde ella trabajaba) y que luego se producían en una pieza de alquiler, en el citado municipio. Pero fue una vecina (a quien le llamaban la atención ciertas actitudes), quien la sorprendió abusando del menor, aquel 2 de septiembre de 2012 poco antes del mediodía. La testigo pudo observar a través de una ventana como era sometida la criatura, por lo que avisó de inmediato a las autoridades, quienes procedieron a detener a la depravada “progenitora”. La Justicia comenzó la investigación y fue así que a través de la Cámara Gesell se pudo establecer, por dichos del mismo chiquito, la pesadilla por la cual tenía que atravesar. El Tribunal Penal 1 de la ciudad de Oberá, a cargo de los magistrados Francisco Aguirre, Amalia Lilia Avendaño y Juan Pablo Rivero, analizaron la causa y finalmente acordaron con la defensa de la acusada una sentencia de doce años de prisión por el delito de “corrupción de menores”.Actualmente el menor, quien no fue reconocido por su padre, se encuentra en guarda y cuidado con uno de sus hermanos mayores.





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