POSADAS. Tras los reiterados cuestionamientos que recibieron los libros “eróticos” enviados por el Ministerio de Educación de la Nación, la cartera educativa provincial decidió retirarlos de las cincuenta escuelas a las cuales ya llegaron y ponerlos a consideración de una comisión de expertos locales antes de continuar entregándolos.Así lo confirmó el ministro de Educación Luis Jacobo a PRIMERA EDICIÓN. “Algunos padres manifestaron que nos les gustan los contenidos y hay maestros disconformes, entonces decidimos cortar por lo sano: vamos a seguir con la distribución de los otros libros -es una colección de unos 180 títulos- y no de las historietas polémicas, que en rigor son tres ‘El inspector Justo y otras historias’ (de Sanyú); ‘Sin novedad al frente’, (de Patricia Breccia); ‘Polenta con pajaritos’, (de El Tomi). Por el momento los libros quedarán guardados y esperaremos una evaluación de una comisión local de expertos, a los que les pedí que opinen sobre las historietas para tomar una decisión”, indicó el titular de la cartera educativa.Asimismo indicó que “ya hablamos con el Gobierno nacional para que el correo deje de entregar este material hasta que nosotros lo revisemos” y apuntó que “entretanto los libros quedarán guardados, aunque sabemos de algunas escuelas que no quisieron devolverlos porque ya estaban trabajando con los libros”.No son libros prohibidosEn relación a esta acción de retirar los libros de las cincuenta escuelas que los recibieron, dijo que “lo que estamos haciendo de agarrar algunos títulos y no dejarlos llegar -a las escuelas- pero no quiero que se interprete que estamos en esa postura del libro prohibido o perseguido, que es una figura nefasta que nos remite a épocas trágicas de la historia de este país”, dijo Jacobo. “Simplemente hemos escuchado, puesto atención a lo que algunos papás y algunos docentes nos decían, y entonces, para qué incorporar un conflicto en una escuela que ya de por sí está muy movilizada, es muy compleja. Vayamos por la simplificación de las cosas: queremos que la escuela sea un lugar confortable, que el padre y la madre se acerquen cada vez más, que toda la comunidad se integre”, fundamentó. Evitar conflictosConsultado por los contenidos de estas historietas “polémicas” -incluyen escenas de desnudo, uso de drogas y burlas a la Iglesia-, Jacobo dijo que “mi opinión personal es que los chicos a través de Internet y de los celulares acceden a todo tipo de contenidos, pero de ahí a que sea la escuela la que provea de un material que cuando menos es polémico, controversial…”.Y agregó que “lo importante es que la gente sepa que nosotros no somos caprichosos, si la gente dice que no les parece conveniente que esto vaya a la escuela, lo escuchamos. Yo prefiero que el papá esté cerca de la escuela, que no sienta que la escuela es un riesgo para los chicos”.La importancia de los bibliotecariosEn el comunicado emitido esta semana por el Ministerio de Educación remarcan que los textos polémicos que integran una colección de 180 títulos, están destinados a las bibliotecas escolares, y que los adultos de cada institución, es decir, docentes y bibliotecarios “cumplen un rol fundamental en el acompañamiento de la lectura de los jóvenes”.Paradójicamente, son pocas las escuelas que hoy cuentan con bibliotecarios formados, por lo que esta tarea la realizan los docentes. Además hay instituciones que no cuentan con un espacio adecuado para sala de lectura que permita que los niños y adolescentes accedan de manera autónoma a los libros.Consultado al respecto, Jacobo reconoció que “tenemos que tener gente que tenga capacidad para administrar los libros”. No obstante indicó que “todavía no hay capacidad para dotar a todas las escuelas de ese personal que acompañe -por los bibliotecarios. Estamos muy concentrados en cubrir matrícula que crece año a año, materias que se agregan a la currícula y un montón de cosas, y a veces no llegamos”.No son todosCabe destacar que los “libros polémicos”, son algunas historietas que integran una colección de más de 180 títulos de gran valor literario. Entre ellos se encuentran “Cuentos fantásticos argentinos” de Cortázar, Ocampo y Borges, “Espejos. Una historia casi universal” de Eduardo Galeano, “Acordes cotidianos” de Mario Benedetti, “Letra y música. La poesía en acción” de Juan Manuel Serrat y otros, “Martín Fierro”,“La caída de la casa Usher” de Edgar Allan Poe o “Alicia en el país de las maravillas” de Lewis Carrol, son tan sólo algunos ejemplos de la amplia lista de libros.La Comisión Asesora Nacional, que evaluó previamente las colecciones, consideró que “los textos seleccionados presentan trabajos con el lenguaje y estrategias discursivas que permiten acceder a distintos mundos posibles, construyendo multiplicidad de sentidos, lecturas y apropiaciones diversas”.“Las temáticas que abordan y las prácticas sociales que inscriben, interpelan a los lectores, permitiéndoles interrogarse sobre la condición y la experiencia humana en sus múltiples dimensiones. Entre ellas, en el caso de las historietas cuestionadas públicamente, se trata de experimentaciones estéticas y temáticas que interpelan la narrativa policial,el antihéroe, el humor, la parodia, la denuncia social, la historia escrita por y sobre mujeres”, señala el equipo.





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