POSADAS. La valentía de un automovilista permitió esclarecer un siniestro vial que de otra manera quizás hubiese terminado sin detenidos. El hombre fue testigo de un siniestro vial y persiguió al conductor, que intentó fugarse. En plena persecución hasta fue agredido a tiros desde un tercer vehículo, pero se salvó y su accionar terminó por resolver el caso.La confusa seguidilla de hechos ocurrió ayer a la madrugada en la zona sur de Posadas y, según pudo saber PRIMERA EDICIÓN, dejó como saldo la detención del presunto “pistolero”, de 36 años, quien sería quien intentó cubrir “a puro plomo” la huida de su sobrino, un menor de apenas 16.La intervención policial finalizó ya bajo la luz del sol en el barrio Prosol de Itaembé Miní, donde además de la detención, el magistrado Marcelo Cardozo -al frente del Juzgado de Instrucción 1 de Posadas- ordenó el secuestro de los automóviles que conducían tanto el adolescente como el apresado.A “puro plomo”Todo comenzó alrededor de las 3.30 de ayer sobre la avenida Alicia Moreau De Justo -ex ruta provincial 213- a metros de la intersección con la calle Jesús Nazareno, unos 400 metros al sur de la avenida Quaranta.Por ese lugar, un joven de 19 años que intentaba trasponer la avenida fue embestido de manera imprevista por un adolescente de 16 años que manejaba un Volkswagen Senda bordó, quien aparentemente circulaba hacia el sur.Lejos de mostrarse solidario, luego de provocar el hecho, el menor de edad aceleró con claras intenciones de darse a la fuga, algo que no lograría gracias a que otro automovilista al mando de un Peugeot 205 que había visto todo, comenzó a seguirlo. La persecución duró varios minutos y, también, varios kilómetros. Finalizó ya en el barrio Prosol de Itaembé Miní, hasta donde el menor de edad condujo para refugiarse. Pero allí mismo se produciría el momento de mayor tensión, cuando desde otro rodado, un Peugeot 206 verde, un hombre extrajo un arma de fuego y disparó al menos dos veces contra el automovilista que seguía al menor.Bien puede decirse que el comprometido ciudadano salvó su vida de milagro. Los dos impactos de bala dieron en el capot de su 205. Algunos centímetros más arriba y el desenlace podría haber terminado en homicidio.Preso de la adrenalina propia de tremenda situación, el automovilista alcanzó a tomar nota del número de matrícula del vehículo en el que se movía el “pistolero” y escapó del lugar a toda velocidad hacia la comisaría seccional Octava.Advertidos del episodio, efectivos de esa dependencia y del Comando Radioeléctrico de la Unidad Regional X montaron un importante operativo que, gracias al cotejo de datos realizado con el número de matrícula tomada por el testigo, los llevó hasta la vivienda en la que se ocultó menor.Algunos minutos más tarde, con la presencia del propio juez Cardozo y su equipo de trabajo, se llevó a cabo un allanamiento en dicha vivienda, emplazada en la intersección de las calles Colombia y Potosí del barrio Prosol. En ese lugar, los uniformados dieron con el adolescente, al que demoraron, y también encontraron el VW Senda que manejaba. En medio de la requisa arribó a la escena el tío del menor, de 36 años, al mando del Peugeot 206 verde. Los detectives no tardaron en cerrar la investigación, detenerlo y secuestrar también ese automóvil. En el lugar, los peritos también incautaron siete cartuchos calibre 22 milímetros y uno calibre 9 milímetros. Para los policías está más que claro que el tío del menor fue quien arremetió a tiros contra el automovilista “justiciero”. Por eso, terminó detenido en una de las celdas de la comisaría seccional Octava, a disposición del magistrado Cardozo, quien podría tomarle declaración indagatoria en el transcurso de esta semana.El menor, en tanto, fue entregado a sus padres para guarda y custodia por orden de la Justicia Correccional y de Menores. Las autoridades también ordenaron el secuestro del automóvil del testigo para la realización de pericias. En el capot permanecían las marcas del bestial ataque a tiros.





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