POSADAS Y OBERÁ. Un problema de vieja data que sigue sin resolverse es con el cual conviven los habitantes del barrio Yerbal Viejo de Oberá, que denuncian el desprendimiento progresivo del cielorraso de los edificios que componen este nucleo habitacional, como consecuencia de las numerosas filtraciones que se producen con cada lluvia y que a su vez provocan permanente cortocircuitos en las instalaciones eléctricas. Apuntan falencias en la construcción inicial que nunca fueron reconocidas, piden que el Iprodha les financie las reparaciones porque temen que el avance del problema pueda producir alguna víctima.El último jueves por la noche se desarrolló una reunión del consorcio del barrio Yerbal Viejo a la que asistió un alto porcentaje de vecinos que expresaron su preocupación ante la falta de respuesta por parte de los distintos estamentos gubernamentales a los que reclaman una solución a la problemática edilicia que se fue acentuando en los últimos meses.Este núcleo habitacional fue inaugurado hace 30 años. Se encuentra ubicado en cercanía de la rotonda del km 8. Posee cuatro edificios de dos pisos, diez escaleras y alberga a más de noventa familias.En diálogo con PRIMERA EDICIÓN, una de las vecinas se mostró muy angustiada porque su departamento se sitúa en el piso superior, donde el techo de losa recibe directamente el agua de cada lluvia que se filtra por las paredes y también por los caños de la instalación eléctrica. “Los techos están hechos con hierros muy finos que no soportarían el peso de una nueva losa o algo por el estilo, como ponerle un techo de zinc encima, ya averiguamos y eso nos dijeron los especialistas. El techo tiene muchas rajaduras y hay departamentos que están cayendo a pedazos”, indicó Miriam, angustiada.Luego agregó que “nosotros ya hicimos muchas gestiones en forma individual y también a través del consorcio, pero no hubo caso. Le pedimos al Iprodha y al gobierno para que nos hagan un plan de pago, que nos financien las mejoras, porque sucede que acá hay muchos propietarios que ya son jubilados, no tienen demasiados ingresos como para gestionar por su propia cuenta un crédito y encima por algo que empezó a tener problema al poquito tiempo que nos entregaron los departamentos”.Otro de los vecinos más antiguos del barrio, Orlando, apuntó que “esto es algo que en algún momento debía explotar, porque hicimos muchas gestiones pero siempre sólo hubo promesas de solución, ningún político se hizo cargo verdaderamente y los que padecimos en todos estos años somos nosotros. Es cierto que algunos remendaron con membranas los techos, pero el tema no queda ahí, porque se desprende el revoque, se rajan algunas paredes, tanto de los que viven en los pisos de arriba como del que está en planta baja”.Gestiones del consorcioPor su parte, Horacio Barúa es el presidente del consorcio del barrio Yerbal Viejo y ratificó los dichos por los vecinos y aseguró que “estos edificios ya tienen 30 años, pero el tema es que a partir del tercer mes que nos entregaron empezó a filtrar. La sorpresa mayor fue que nos dieron el barrio sin seguro”.Sobre el pedido que hacen para que el Iprodha les financie la reparación, y obtener una salida compartida, Barúa dijo que “las autoridades (del Iprodha) nos ponen como condición que primero todos saldemos la deuda que algunos tienen, que seamos propietarios absolutos y después, a partir de entonces, podrían llegar a darnos un crédito para arreglar los techos”.Otro vecino, Ramón, aportó su testimonio y dijo que “llegué a estar hasta seis meses sin luz porque filtraba el techo y el agua se depositaba en la parte de la boca de luz, que explotaba. Como estoy en la parte de abajo, eso venía desde dos pisos de arriba, no podía solucionarlo por mi cuenta, pero esas fallas se repiten en varios departamentos, no se trata de unos pocos sino de la mayoría de todo el barrio. Hay gente a la que se le cae parte del techo y en cualquier momento se puede desplomar”.El presidente del consorcio, Barúa, recordó que el Iprodha “realizó un relevamiento y en 2004, cuando Lezica (Eduardo) era vicepresidente del Iprodha, hasta se designó a una empresa para que repare los techos, tenemos copia de eso, pero no se ejecutó nada y todo siguió igual”.En cuanto a la última convocatoria de vecinos, Barúa manifestó que “nosotros como consorcio proponemos agotar todas las instancias de la vía legal para conseguir que alguien asuma el compromiso de sentarse y, en conjunto, encontrar una salida porque muchas familias así ya no pueden seguir viendo en estas condiciones. Pero los vecinos están cansados, molestos e incluso están dispuestos a salir a manifestarse y cortar la calle, no queremos llegar a eso, pero los ánimos están caldeados”.Barúa también hace poco, como presidente del consorcio, pidió una audiencia con el intendente, (Ewaldo Rindfleisch) y éste hace dos semanas atrás se comprometió a efectuar gestiones ante el gobierno provincial, “pero justo allí se tomó licencia y perdimos contacto. Sabemos que en otras ciudades del interior también pasó algo similar a lo que nos está pasando. es decir, problemas por la mala calidad de los materiales o de la mano de obra”Además de los inconvenientes que padecen los habitantes de Yerbal Viejo con los techos, se suman las rajaduras de las paredes de varios departamentos. “Esto aparece en segundo plano, pero es una realidad, hay partes en las que el suelo pareciera que cedió y la estructura se movió, entonces eso produjo algunas grietas importantes en las paredes. Todo eso lo fuimos plasmando en los distintos escritos que les entregamos a las autoridades del municipio y del Iprodha, pero todos miran para otro lado y no se acercan a darnos una mano en ese sentido”, resaltó Norma, otra de las vecinas.Lo que temen los habitantes de este barrio es que “ocurra una desgracia porque hay muchas personas grandes y también chicos, que con todo este problema están expuestos a que se le caiga un techo o algún cable, porque las instalaciones eléctricas también van quedando al aire libre, con el peligro que ello representa”.





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