OBERÁ. La experiencia de la maternidad a temprana edad generalmente provoca una crisis interna en la madre niña o adolescente, una crisis familiar y la exclusión o autoexclusión de distintos ámbitos.Pero la luz de la esperanza por salir adelante y superarse nunca deja de brillar, a lo largo de los años muchas mujeres pasaron por esto, hoy lo pueden contar y sus historias pueden ser un ejemplo o aliento para las niñas madres que están cursando un embarazo.Recientemente, desde el Servicio de Obstetricia y Ginecología del hospital Samic de esta localidad se informó que el aumento de casos de adolescentes embarazadas es preocupante. Actualmente del total de partos atendidos en el SAMIC el 36% casi el 37% es de niñas de 11 a 19 años de edad. Hay una franja media de edad entre los 14 y los 17 años en los que se da el mayor el número de casos, el perfil de las niñas es complejo pero se da más en el sector social más desprotegido social y económico, donde también influye el nivel de escolaridad. La mayoría tiene terminada apenas la escuela primaria, al margen que también hay casos en la clase media. Salud Pública tiene en los Centros de Atención Primaria de la Salud (Caps) y hospitales todos los métodos anticonceptivos como el profiláctico, las pastillas, el dispositivo intrauterino (DIU) pero no hay una respuesta en general de la sociedad, muchas veces se vencen y no los van a retirar, es por eso que se insiste en que la educación sexual integral es fundamental.Testimonio de vidaMiriam (22), Lorena (24) y Mirta (37) fueron madres siendo aún niñas o adolescentes y después de varios años de entregar sus días a la crianza de sus hijos encontraron en la escuela un lugar para reinsertarse en el mundo social, escolar y esperando ingresar al mundo laboral.La Escuela para Jóvenes y Adultos 1.464 que funciona en el edificio de la Escuela 237 de Barrio Norte en Oberá lleva adelante un proyecto de terminalidad primaria que pretende incluir a las madres. Ahí funcionan dos grados primarios, y ocho talleres de oficio, además tienen cuatro aulas satélites en distintos barrios de Oberá. El director es Carlos Syniuk y la docente de grado Sandra Conil son quienes junto a los profesores asumen el compromiso y transmiten sus conocimientos a los alumnos. Hasta 2012 funcionaba en el horario escolar de 17.30 a 19.30 la guardería con una maestra que cuidaba a los hijos de las alumnas, luego a través de un proyecto interno designaron a una docente que está a cargo de unos 15 chicos cuyas madres cursan la escuela primaria o participan de los distintos talleres de cocina, peluquería, tejido o computación.Miriam (22) relató que “me quedé embarazada cuando tenía 14 años, estaba en séptimo grado y dejé la escuela porque no me sentía bien, era la única embarazada. A mi mamá no le gustó mucho la noticia y me dijo que tenía que ir a vivir con el padre de mi hija porque no podía criarnos a todos, tengo tres hermanas menores y una mayor, entendía la situación porque veía lo que le costaba a mi mamá criarnos sola. Mi novio tenía 24 años y trabajaba, llevábamos seis meses de novios y en ningún momento pensé en abortar siempre supe que mi hija iba a nacer. Mi marido siempre me apoyó, cuando mi nena tenía dos años me quedé embarazada del varón, a los 17 años ya tenía dos hijos pero siempre quise terminar la escuela y hacer el secundario para ser alguien en la vida. Un día cuando traje a mi hija a la escuela vi el pasacalle de la escuela de adultos y con miedo me acerqué a preguntar porque tenía ganas de hacer algo por mí, que pueda traer a mis chicos conmigo es algo muy importante porque de otra forma no podría estudiar. Ahora no sólo estoy por terminar la escuela sino que además hago dos talleres, uno de informática y otro de tejido. Me costó un poco tomar el ritmo de estudio, en informática por ejemplo nunca había tocado una computadora y ahora me manejo bastante bien. Después quiero seguir la secundaria y terminar para tener mi título”, contó entusiasmada.Sobre el futuro familiar con firmeza dijo “no está en mis planes tener más hijos, porque crié dos de golpe, ahora quiero estudiar y tener un buen trabajo”, finalizó. En el grupo de séptimo grado son 16 alumnos, en el aula todo es alegría, hay buena convivencia y una excelente participación.“Me fui encariñando del bebé”Lorena (24) contó su historia personal, “a los 17 años me quedé embarazada, todavía iba a la primaria estaba en séptimo grado, iba bastante atrasada porque era muy rebelde y consentida, me recorrí varias escuelas. Una noche de alcohol en un cumpleaños me dieron de tomar vodtka pura y no me acuerdo mucho que pasó pero ahí me quedé embarazada. Cuando llevaba dos meses de atraso, el médico me confirmó que iba a ser madre soltera porque yo no tenía novio, eso fue un gran golpe para toda la familia, especialmente para mi papá que se volvió alcohólico y yo siempre me sentí culpable de eso. Cuando se enteró mi mamá me hizo tomar de todo para que no naciera, té de hojas de tabaco, de ruda, de perejil y cuanto remedio casero le decían. Cuando nació el bebé yo no lo quería ni ver, pero igual le daba la teta, hasta que poco a poco me fui encariñando. Hoy tengo una familia, mi esposo y dos hijos de 6 y 3 años, estoy feliz por la oportunidad que me da la escuela de venir a estudiar y que los chicos vengan conmigo. Me va bien y no quiero faltar, aprovecho cada clase. El año que viene quiero empezar el secundario para tener un título y trabajar para ayudar en mi casa, tener mi plata es mi sueño. El grupo en la escuela es muy lindo somos unidos y nos contenemos”.“A los 13 tuve al primero”Entre mates y risas comparten cada tarde en la escuela, Mirta (37) es la mayor del grupo y contó que “tengo 4 hijos, a los 13 años me quedé embarazada del primero. Cuando me puse de novia dejé la escuela, en ese entonces estaba en quinto grado como a nadie de mi familia le importó, a mi tampoco. Del embarazo no sabía mucho porque nadie me había hablado, no tenía noción de los que me estaba pasando pero mi novio que tenía 28 años me contenía. A los pocos meses de novios nos fuimos a vivir juntos, mi familia no tomó mal lo del embarazo cuando nació el bebé me arreglé bastante bien a los 15 ya tenía dos chicos y ahí si fue un poco complicado porque yo era muy chica. Me enteré por la radio que podía terminar la primaria y me anoté, estoy haciendo sexto y
séptimo grado. Ahora tengo dos hijos en la facultad a punto de recibirse, otro trabaja y la nena va al secundario todavía. Jamás me arrepentía de haber tenido a mis hijos, son lo mejor que tengo, lo más lindo. Si me arrepiento de no haber disfrutado mi juventud. Tener un hijo siendo adolescente no es el fin del mundo, a lo mejor primero te deprimís y cuesta salir adelante pero con ganas y voluntad se puede”, finalizó. En Misiones, 22 de cada 100 embarazadas son adolescentes El índice de embarazo adolescente en Misiones alcanza al 22,38%, una cifra superior a la media nacional que se mantiene sin variantes desde 2005. El porcentual representa unos 5.756 casos en niñas y adolescentes de entre 10 y 19 años.Según el Sistema Estadístico de Salud de la cartera sanitaria nacional, en 2010 en Misiones se registraron 241 niños nacidos vivos cuyas madres eran menores de 15 años. En 2012, según la estadística de Salud Pública provincial, nacieron 232 bebés de mamás que tenían entre 10 a 14 años. La provincia se ubica así en el quinto lugar del ranking a nivel nacional en números brutos, siendo superada sólo por Chaco con 257, Santa Fe con 366, el Gran Buenos Aires con 417 y Capital Federal con 602. Sin embargo, la tasa de menores de 15 años embarazadas por cantidad de mujeres es mucho más alta en Misiones que en esas provincias y regiones, con mayor población.Tasa de natalidad De acuerdo a la estadística nacional (la última disponible corresponde a 2010), Misiones es la segunda provincia del país con mayor tasa de natalidad, con el 22,2; el primer lugar lo ocupa Santa Cruz con 26. El promedio país es de 18,7. Según datos oficiales de 2012 (del Ministerio de Salud Pública de Misiones), con 24,39 cada mil habitantes, Oberá es el tercer departamento de Misiones con mayor tasa de natalidad, después de Iguazú con 26,50 y San Pedro con 26,09. Durante el año pasado fueron mamás 610 niñas y adolescentes de 10 a 19 años oriundas de Oberá. El hospital Samic de Oberá atendió 1.931 partos durante todo el año pasado, de los cuales 572 fueron por cesárea y 1.358 vaginales. Entre este total de 1.931 partos se registraron 37 bebés nacidos muertos, de acuerdo a la estadística hospitalaria.





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