POSADAS. La noche del sábado pasado ofreció a quienes suelen ser presencia habitual en los espectáculos, una posibilidad de ver (y oír), algo distinto, en lo que se mixturaban el localismo (artistas misioneros), lo étnico y lo folklórico, lo poético y la tecnología, la danza, la música y la canción y en el centro de todo ello la voz de una joven y bella cantante a lo que añade la ineludible calificación de talentosa, Nerina Bader. Nerina, la estrella de la noche El lugar fue el auditórium del Instituto Montoya donde Nerina Bader (cantante talentosa), Karoso Zuetta (músico y poeta), la Compañía de Arte (danzas folklóricas) y algo más dirigida por Luis Marinoni y los aportes teatrales de Te.U.N.A.M. junto a su invitado Juani Shmedtje (Puerto Iguazú) y la presentación de Lisa Barrios, pusieron en escena y en concierto ante cerca de 500 personas “Contares”, segundo compacto de Nerina Bader y elenco. Nerina -estrella de la noche-, lució un vestuario diseñado por Wara Modas y Diseño de Paula Marazna y Karen Szychowski, ocupó con mucha soltura y autoridad el centro de la escena y lució su clara voz en un altísimo nivel, corroborando su carisma de cantante que cuenta los textos, como lo señala el título del nuevo CD.Once de las catorce canciones del CD Contares, iniciaron el concierto, apoyadas por intervenciones de la Compañía de Arte, en el marco de un escenario con proyección de imágenes y con adornos colgantes realizadas con porongos (calabazas) y sogas, obras de Susana Audano y Juan Carlos Bellocchio.Juani de IguazúPara cantar Alma de Iguazú, uno de los temas del CD, subió al escenario Juani Shmedtje, coautor junto a la poeta Blanca Pan de esa canción.Karoso Zuetta, del piano a la guitarraEn tanto, Karoso Zuetta, yendo del piano a la guitarra y de las flautas guaraníes a los coros, marcó el pulso musical, variado y novedoso, resultado de sonidos pregrabados entrelazados con voces y otros instrumentos que sonaban en vivo.Él fue quien, iniciando la segunda parte del concierto, interpretó en guitarra una versión propia de Posadeña Linda, coreada en algunos tramos por los presentes. De pronto salió Luna Una nota feliz y emotiva fue cuando Lunita (5), hija de Nerina y Karoso sorprendió subiendo a cantar Oré Mbaé, tal como hace durante los ensayos hogareños. “Lo hizo natural y eficientemente. Vislumbramos una decidida vocación cantora en la heredad”, dijo Karoso a PRIMERA EDICIÓN.Después de un repaso por temas de Canto Rodado, llegaron los bises, ocho en total. Cuando el público ya se retiraba, subió al escenario, espontáneamente, la cantante Brenda Stéfani, quien, acompañada de Darío Cardozo, cantó un tema lo cual prolongó la emoción unos minutos más.“Contares muestra el notable crecimiento vocal e interpretativo de Nerina y profundiza las fusiones con las formas más arraigadas del legado musical misionero” admitió Zuetta. “Nos sentimos muy orgullosos de haber versionado a Vicente Cidade, Alcibíades Alarcón, Ramón Ayala y Juani Schmedtje. Tratamos de darle nuestra impronta respetando a sus autores y el público respondió muy bien ante las propuestas”, afirmó Nerina. La música mbya y la avidez del públicoEl premiado vate y trovador misionero y la muy aplaudida cantante consideraron como “un avance las versiones logradas a partir de la música de los mbya, ya que a diez años de haber iniciado este proceso logramos armar dos canciones que provocaron positivas reacciones en el público. “Sentimos -dijeron a este diario-que el concierto del sábado fue una fuerte afirmación de la identidad cancionista de Misiones y la demostración de la avidez del público por conocer y compartir la sonoridad que nos representa…”.Karoso se proyecta como generador de espectáculos; Nerina confirmó lo que todos creyeron de ella aquella noche en Jardín América, ganado el rubro “Solista de canto”. No nos sorprende Los detalles del maquillaje, vestuario, escenografía, tecnología musical, utilizados en la presentación de Contares no han sido puestos a prueba antes por otros artistas al dar a conocer sus trabajos. Con todo ello y la indudable calidad aportada al espectáculo por la Compañía de Arte que dirige Luis Marinoni bailarín y coreógrafo del Ballet Nacional que fuera de Santiago Ayala, el Chúcaro junto al TeUNaM, lo que nunca pareció como simple presentación de un disco, apareció como un montaje de obra musical de primera. Esto presenta a Antonio Virgilio Zuetta y Nerina Bader como muy idóneos no sólo en el canto y la música sino también en el difícil oficio de productores o creadores de espectáculos integrales. Un buen ingrediente de lo visto en el Montoya el sábado fue incluir como invitado a Juan Schmedtje con el tema de Blanca Pan, Alma del Iguazú, músico al que los generadores de festivales de Posadas deberían prestarle más atención. Y conste, que lo de Nerina, no sorprende a nadie y menos a quienes la vimos, muy pequeña ganar en su tierra jardinense como solista de canto en el Festival Provincial Infantil de Folklore. Faltaba para llegar a esta instancia un impulso que ella misma reconoce llegó de la mano de K.Z (E.A.).




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