POSADAS. La situación en las cárceles argentinas no es la mejor, y eso está claro. Como en otras latitudes, el principal problema pasa por el hacinamiento en el que viven los internos, situación que viola los derechos consagrados en la Constitución Nacional y en los tratados internacionales.Esa realidad coincide prácticamente en todas las provincias. Misiones no está exenta, como PRIMERA EDICIÓN publicó en varias oportunidades e inclusive ayer, en donde se abordó el problema que persiste en la Unidad Penal VI de Miguel Lanús, donde según las fuentes en celdas previstas para 4 internos muchas veces conviven hasta 12 personas.En relación con ese debate, este diario dialogó ayer con el director general del Servicio Penitenciario Provincial, alcaide general Miguel Ángel Maidana, quien reconoció que la realidad en las prisiones misioneras no es la mejor, aunque negó que exista superpoblación y aseguro que los reos están contenidos.“Es cierto que la capacidad de alojamiento de la Unidad Penal VI de Miguel Lanús está agotada, pero no superpoblada. Para nosotros, para que exista superpoblación la cantidad debe duplicar a la capacidad”, explicó Maidana.El jefe del SPP confirmó en parte lo publicado ayer por este medio, aunque negó que haya presos que, ante la falta de camas, pasan la noche en el piso. “No están durmiendo en el suelo. Su bienestar está garantizado, incluso el racionamiento”, explicó, aunque reconoció que “quizás en las celdas actualmente conviven entre siete u ocho, pero tampoco podemos negarle a un magistrado que pide prisión para un detenido. Es decir, la capacidad correccional está contenida, aunque la capacidad de alojamiento está colmada”.Así las cosas, como este medio publicó ayer, Maidana admitió que enviaron misivas a los juzgados de instrucción de Posadas explicando dicha situación y solicitando colaboración para descomprimir la UP-VI. “Esa es la situación y estamos viendo con los magistrados, para que posibiliten el traslado de algunos internos”, explicó. En ese sentido, se supo que hay por lo menos seis presos con condena firme que podrían ser trasladados en los próximos días a la UP-II de Oberá o a la UP-III de Eldorado.“Somos respetuosos de la Justicia y sabemos que muchas veces los jueces tiene motivos para no trasladarlos, pero estamos trabajando en la redistribución para descomprimir esa situación”, señaló.Por otra parte, sobre los hechos de público conocimiento que fueron publicados por este medio en los últimos días, Maidana aseguró que próximamente se llevarán a cabo nuevas inspecciones, principalmente en los complejos carcelarios de Oberá y Eldorado.Además, aseguró que también se tiene planeado adquirir una serie de dispositivos que le darán mayores precisiones a los agentes al momento de realizar las requisas durante los días de visita. Se trata de “máquinas detectoras de metales y también detectores de chips telefónicos, que permitirán incautar terminales de telefonía celular”. Al respecto, señaló que cada vez desde afuera se las ingenian más y mejor para ingresar todo tipo de elementos, algo que resulta lógico: “el preso va a buscar una y mil maneras para regresar a la libertad, para alcanzar algunas cosas que no están permitidas en prisión. Eso ocurre acá y en cualquier parte del mundo”.Pese a todo, el alcaide general explicó que en Misiones “tenemos una población penal muy tranquila en relación con lo que sucede en otras provincias”, y que eso es beneficioso a la hora de trabajar junto a los presos. “Si el interno colabora, la reinserción es posible. Por eso, uno de nuestros objetivos es darle todas las herramientas, como las escuelas especiales o las cooperativas de trabajo que se han creado con ese fin. Nuestro trabajo es la guardia y custodia, pero también la reinserción social”, apuntó Maidana.No obstante, queda claro la necesidad de que aumente la capacidad carcelaria en la provincia, al menos como paliativo para la situación en cuestión. Sobre ese tema, el jefe penitenciario detalló que las dos unidades proyectadas resolveran el problema, al menos en parte.“Las unidades nuevas están previstas como institutos de encausados y procesados, para descomprimir también las unidades policiales de la zona centro de la provincia. Estarán emplazadas en Puerto Rico y en Cerro Azul, y probablemente queden inauguradas el año próximo. También esperamos porque la finalización del nuevo pabellón de Loreto”, finalizó Maidana, a la espera de una solución para el problema de las cárceles misioneras.





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