POSADAS. En un hecho sin precedentes, al menos en la provincia, un juez de Instrucción ordenó allanar una vivienda para que rescaten a un perro que se hallaba en su interior y al que los propietarios tenían en total estado de abandono, de acuerdo con lo que manifestaron fuentes judiciales.El operativo se realizó el lunes por la noche, cerca del cruce entre Rademacher y Maipú.La historia comenzó cuando vecinos de la zona avisaron a la asociación civil Huellitas Coloradas el estado en el que se hallaba un ejemplar de la raza rottweiler, al que su dueño tenía abandonado en una casa que no estaba habitada.De acuerdo con la asociación, ellos primero se pusieron en contacto con el propietario, al que le pidieron que se dedicara con más esmero a la alimentación y a la higiene del animal, porque hasta el sitio donde se encontraba ponía en riesgo su salud.Las fuentes indicaron que a todos los cuestionamientos, el dueño respondía con que no hacía falta.Al percibir que sus reclamos no hacían mella, los defensores de los derechos del animal acudieron primero a la comisaría Tercera, desde donde le respondieron que lo que manifestaban no representaba delito alguno. Entonces, fueron directamente a la Justicia. Así se dio la intervención del magistrado de Instrucción Uno, Marcelo Cardozo, quien analizó en profundidad el asunto y ordenó el rescate del ejemplar. Cuando lo sacaron del infierno en el que estaba viviendo, Max, tal el nombre del perro, estaba repleto de gusanos. “Lo estaban comiendo vivo”, apuntaron quienes vieron de cerca al rottweiler.Ahora, el animal es custodiado por quienes se preocuparon por él. Y el magistrado, en los próximos días, deberá decidir si lo reintegra a su dueño, cuando éste garantice el bienestar del ejemplar. O si lo entrega a alguna institución dedicada al cuidado de mascotas maltratados.





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