BUENOS AIRES (Medios Digitales). La conducción en pleno del Banco Central (BCRA) quedó desde las 0 de ayer “a tiro de decreto”. Es decir, podría ser cambiada totalmente por Cristina Kirchner mediante una simple decisión, dado que el trámite de designación de la totalidad de los actuales miembros del directorio (lo que incluye a su presidenta, Mercedes Marcó del Pont; su vicepresidente, Miguel Pesce, y el jefe de la superintendencia de bancos, Santiago Carnero) nunca se completó: jamás recibieron el aval de la Comisión de Acuerdos del Senado que la normativa exige para completar estos nombramientos equiparados, en ese sentido, a los de los jueces.Los pliegos para su evaluación allí duermen, en algunos casos desde hace años, y en otros, como el de Pablo López, un economista ligado al vice ministro de Economía, Axel Kicillof, aterrizaron hace dos meses y medio. Pero ninguno recibió tratamiento aún. De allí que todas las designaciones sean hoy “en comisión”.De haber sido respaldados por el Senado, la posibilidad de removerlos no sería tan fácil, lo que no se juzga casual. Eso consideraron ex presidentes de la entidad consultados por La Nación. “Así logran una evidente dependencia del Gobierno, ya que pueden ser fácilmente removidos ante cualquier ataque repentino de independencia de criterio”, dijo José Luis Machinea. “Es para que el Banco Central deje de ser autónomo e independiente y se convierta en un simple apéndice del Ejecutivo”, coincidió Roque Fernández. “Buscan condicionar a los directores”, evaluó Martín Redrado. “Es para tenerlos a tiro de decreto y evitar que se les ocurra manejarse con la autonomía que exige la propia Carta Orgánica”, evaluó Alfonso Prat-Gay.La exigencia del acuerdo parlamentario para las autoridades del BCRA, junto con el mandato por un plazo que supera en dos años al del presidente que los designa y la existencia de causales específicas de remoción, fue dispuesta para dotar de la mayor autonomía política posible a esa institución. El mandato de los tres únicos directores nombrados con todos los pasos que marca la ley -Gabriela Ciganotto, Carlos Pérez y Carlos Sánchez- caducó en la medianoche del martes, lo que hace que el directorio del BCRA, un cuerpo de diez miembros, quede integrado por cinco, es decir, un mínimo suficiente para que pueda sesionar, pero en el filo de lo reglamentario.





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