NAIROBI, Kenia (Agencias-Medios Digitales). Una impresionante operación militar internacional intenta terminar con el largo secuestro del centro comercial de Westgate de Nairobi, en el que, según el último balance oficial se ha cobrado la vida de al menos 68 personas, después de que se hayan localizado nueve cuerpos sin vida, y ha dejado heridas a otras 175. El presidente de Kenia, Uhuru Kenyatta, ha asegurado que “existe una buena oportunidad para neutralizar a los terroristas”, que están parapetados en las plantas bajas.Tras más de treinta horas de asedio, el Gobierno de Kenia ha aceptado la oferta de ayuda internacional y a media tarde del domingo, unidades de élite del Ejército israelí y de Estados Unidos se han unido a la operación de rescate organizada el sábado por las fuerzas de seguridad kenianas.Testigos han asegurado que se ha oído al menos dos detonaciones en el interior del centro y ráfagas de disparos. Además, helicópteros sobrevolaban a baja altura el centro comercial pero de momento no hay información oficial de cómo está transcurriendo.En el interior del lujoso centro comercial entre diez y quince milicianos de Al Shabab continúan reteniendo a una treintena de personas, en una de las plantas que las fuerzas de seguridad aún no han conseguido controlar.La espera de los familiares de las personas que el sábado se encontraban en el interior del centro comercial y de los que aún no se sabe nada es dramática. Y más, después de que un portavoz policial haya señalado que se teme que el “número de muertos sea mucho mayor a juzgar por los cuerpos que hemos visto dentro”. Además, tampoco hay datos exactos de cuánta gente queda retenida a manos de los terroristas de la milicia extremista Al Shabab. Entre los fallecidos figuran ciudadanos africanos, europeos, Estados Unidos y Canadá, así como niños.Mientras en Nairobi, la atención se centra en controlar la situación y terminar con tan largo secuestro, las declaraciones de rechazo y repulsa por el ataque se han sucedido a lo largo del día. El presidente Kenyatta ha afirmado que su Gobierno no cejará en su lucha contra el terrorismo al mismo tiempo que ha señalado su intención de “castigar a los culpables rápida y dolorosamente”.En una declaración a la prensa que sigue el desarrollo del secuestro, el presidente ha insistido que los terroristas “no podrán salir indemnes tras sus actos despreciables y bestiales. Esto puede pasar en cualquier parte del mundo y muchas naciones lo han sufrido ya. Sigan ayudando y rezando”, ha manifestado. “Venganza a los infieles”Al-Shabbab, la milicia islamista somalí, ya había advertido varias veces que no iba a perdonar a los “infieles kenianos”.Al-Shabbab, que significa “juventud” en árabe y está asociado a Al-Qaeda, lucha desde 2006 para instaurar un Estado islamista en Somalia y los “infieles kenianos” son sus enemigos desde 2011.El 16 de octubre de ese año Kenia, en cooperación con el Gobierno somalí, comenzó a operar militarmente en el sur del país para frenar a Al-Shabbab. La ofensiva se produjo después de que la milicia islamista perpetrara pequeños atentados en Nairobi y luego del secuestro de funcionarios europeos.La ofensiva militar de Kenia en territorio somalí, que en un principio se iba a limitar a alejar a la milicia Al-Shabbab de la frontera, se extendió por todo Somalia y logró debilitar a su enemigo.La realidad para Al-Shabbab es que, a pesar de lo sangriento de sus ataques, se encuentra en su peor momento desde que conquistó Somalia en 2006.




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